El gobierno volvió a tomar deuda de organismos estatales, en este caso a través de una letra del Fondo Fiduciario para la Reconstrucción de Empresas por 52 millones de dólares, con lo que los compromisos alcanzan en lo que va del 2010 a los 21.706 millones de pesos.
Mediante la resolución conjunta 218 y 62 de las secretarías de Hacienda y de Finanzas publicada esta semana en el Boletín Oficial, se dispuso la emisión de una letra a ser suscripta por el FFRE por 52 millones de dólares, por un plazo de 367 días. La anterior colocación de deuda intraestatal había sido una letra de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) por 1.223 millones de pesos.
Sin embargo hay que señalar el cambio sustancial de la gravitación de la deuda pública total, que de por sí ha caído muchísimo en el último quinquenio.
El informe mensual del Estudio Bein muestra que, en proporción al Producto Bruto Interno, la deuda pasó de representar el 74,1% en el 2005 al 44,7% actualmente. Para tener una idea de lo poco que eso significa basta tener en cuenta que el conjunto de los países de la zona del euro deben el equivalente a casi el 90% del PBI y que en Italia y Grecia la deuda es mayor al PBI.
En el informe citado se señala que, sobre un total de 154.000 millones de dólares que el Estado debía a fines del año pasado, alrededor de 60.000 millones era deuda intraestatal, sumando las acreencias con el Tesoro que tenían la Anses, el Banco Central y otros organismos públicos como PAMI, AFIP y Lotería Nacional. O sea que, si se tachaba de activos y pasivos la deuda intraestatal, la deuda pública habría quedado acotada a algo más de 90.000 millones de dólares.