Expectativa. La designación de Alfredo Mac Laughlin como representante argentino ante el Fondo Monetario Internacional despierta una singular expectativa en el gobierno.
Funcionarios que acompañan al ministro de Economía, Amado Boudou, aseguraron que con este nombramiento se espera poder recomponer las relaciones con el organismo multilateral de crédito.
Algunos incluso afirman que en los próximos días el flamante representante ante el FMI podría iniciar gestiones formales para buscar una salida al demorado acuerdo con el Club de París.
Sin embargo, allí estaría ganando la idea del gobierno de cancelar la deuda en forma cash, sin entrar en negociaciones complicadas con el organismo multilateral.
"Lo que creemos es que quizás pueda haber un margen para iniciar algún tipo de acuerdo con el FMI, con recetas ya más flexibles y contemplando las decisiones y opiniones de la Argentina", resaltó uno de los funcionarios.
Interna. La Unión Industrial Argentina (UIA) tuvo jornadas complicadas en la última semana.
La reunión del Consejo Directivo del martes pasado generó algunos cruces y entredichos en los propios integrantes de la cúpula.
El detonante de esta situación fue el crítico documento que salió hace 15 días, firmado por la UIA y la Asociación Empresaria Argentina (AEA).
Y justamente algunos de los integrantes de la cúpula de la central fabril estaban furiosos con ese documento.
Se trata de dirigentes industriales del interior alineados muy fuertemente con el gobierno.
"Esto es un disparate, es hacerle el favor a gente que nos llevó a la destrucción", se quejó un importante empresario metalúrgico del interior del país.
Las aguas, en definitiva, quedaron caldeadas y la preocupación es que en la UIA cada vez se puede distinguir más claramente a aquellos industriales pro gobierno de los que están en la oposición.