La Unión Europea definió a "La Salada" como la mayor feria de comercio ilegal de América Latina y emblema mundial del comercio y la ropa falsificada. A un costado del Riachuelo, en la localidad de Ingeniero Budge del distrito bonaerense de Lomas de Zamora, están las tres ferias más organizadas. "Ukupiña", la más antigua, se formó en 1989, cuando ciudadanos bolivianos en su mayoría exhibían sus mercaderías sobre el suelo o los capós de automóviles; hoy tiene alrededor de 1.500 puestos. Las otras dos son "Punta Mogotes" y "Ocean".
 Todas tienen administradores y seguridad privada, declaran pagar impuestos y hacen publicidad. Fuera de "La Salada" está la "Feria de la Ribera", en cuyas 30 hectáreas no se sabe cuántos puestos hay pero se comenta entre un mínimo de 7.000 y un máximo de 29.000.
"La Salada" permanece abierta al público dos veces por semana: los martes desde la medianoche hasta la madrugada y los domingos desde la madrugada hasta la tarde. En cada una de esas jornadas concurren entre 70.000 y 100.000 personas, muchas de ellas comerciantes que luego venden lo adquirido en locales céntricos y shoppings de distintas ciudades, incluso la de Buenos Aires, como si fueran productos originales.
Alquilar un puesto en una de las tres ferias organizadas costaría 3.000 pesos por mes, además de las expensas que fluctúan entre 300 y 600.
Jorge Castillo, administrador de "Punta Mogotes" pero con oficinas en Puerto Madero, cuenta que allí hay 2.000 puestos y también se ofrecen productos desde el sitio Mercadolasalada.com. Reconoció que se encuentran marcas "truchas", algo que considera que "está mal" y se lo plantea a los feriantes. Asegura que el predio fue habilitado por la municipalidad y que "Punta Mogotes" paga impuestos y se ocupa del bacheo de las calles y de arreglar los desagües.
Por todo lo expuesto, la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (Fepba) y la Asociación de Industriales de la Provincia de Buenos Aires (Adiba) se movilizaron contra "La Salada", en la ciudad de La Plata, el 14 de julio pasado. Denunciaron que opera con trabajos "en negro" y esclavo, mercaderías robadas y falsificadas y ventas por más de 10.000 millones de pesos anuales, lo que implica cerca de 4.000 millones de evasión   fiscal.