El superávit primario del sector público nacional correspondiente al primer semestre del año creció un 55% respecto de igual período del año pasado; se ubicó en 3.916 millones de pesos.
De igual manera, el resultado financiero acumulado a los primeros seis meses de este año también creció respecto de igual período del 2009. Pasó de un déficit 1.735 millones de pesos a un pequeño superávit de 197 millones. (Ver infografía)
Recordemos que el resultado financiero incluye el pago de los intereses de deuda, mientras que el primario no los contabiliza.
Esta mejora fiscal "no se debe a una desaceleración en el crecimiento del gasto sino al fuerte salto que observó la recaudación durante el segundo trimestre del presente año", destaca un informe de la consultora Economía y Regiones.
El comportamiento de los ingresos fiscales se explica principalmente por el importante incremento de los recursos "no tradicionales" provenientes de las rentas de la propiedad.
Estas rentas provienen principalmente de las transferencias que realiza el BCRA al Tesoro Nacional derivadas de las utilidades que obtiene por su actividad y de los ingresos que genera el Fondo de Garantía de la Sustentabilidad (FGS) que percibe la Anses por el desempeño de sus activos en acciones en los mercados financieros nacionales.
Este último registró un aumento del 1.000% en el primer semestre del año respecto del 2009. Así, el FGS transfirió rentas al sector público nacional por 342 millones de pesos en los primeros seis meses del 2009, mientras que para el mismo período del 2010 el número ascendió a 3.729 millones de pesos.
Según cálculos del Iaraf (ver infografía), si se descuenta la totalidad de las rentas de la propiedad el resultado financiero se vuelve deficitario y no difiere demasiado para ambos años. En este caso se observaría un déficit 6.698 para lo que va del 2010.
Se demuestra así la dependencia que tiene el gobierno de los recursos "no tradicionales" para sostener los niveles de gastos actuales. Desde el 2007 el Ejecutivo ha recurrido a estas fuentes extraordinarias, tanto para evitar algún ajuste sobre el gasto público como por la necesidad de mantener el superávit primario, base del modelo kirchnerista.
Este análisis permite concluir que los altos niveles del gasto público alcanzados no pueden ser financiados con recursos genuinos aun en un escenario de fuerte crecimiento de la recaudación, como ha mostrado la evolución de los ingresos tributarios en los últimos meses.
Si se tiene en cuenta que gran parte de las erogaciones de esta caja se va ajustando por el efecto inflacionario (los salarios, las jubilaciones y los subsidios representan el 58% del gasto primario), se concluye que el gasto público nacional presenta un crecimiento inercial difícil de sostener aun en un contexto de crecimiento económico. (Redacción Central)
Son los miles de millones proyectados por E&R como rentas del FGS para el 2010.