Más de la mitad de las empresas argentinas del sector privado consideraron que los impuestos indirectos -los que gravan el consumo, como el IVA- representan la mayor carga fiscal.
Así surge de un relevamiento realizado por la consultora Grant Thornton, que arrojó también que el 92% de los empresarios de Argentina evalúa las regulaciones impo- sitivas locales al tomar sus decisiones de inversiones internacionales.
Según el sondeo, el 53% de las empresas en Argentina afirmó que los impuestos indirectos representan la mayor carga fiscal, mientras que a nivel mundial sólo el 12% comparte esta opinión.
Los impuestos indirectos son los que gravan el consumo y no afectan de manera directa los ingresos de un contribuyente sino que recaen sobre el costo de algún producto o mercancía.
De acuerdo con la visión de los hombres de negocios argentinos, más lejos se ubicaron los impuestos directos (que gravan las fuentes de riqueza, la propiedad o la renta). Así, el impuesto a las ganancias de capital como consecuencia de la venta de una empresa y el gravamen a la riqueza obtuvieron sólo el 11% de menciones.
Debajo se ubicaron: el impuesto sobre los beneficios empresariales (7%), de seguridad social (5%), sobre los ingresos personales (5%), tasas aduaneras (2%) e impuesto a las Ganancias (1%).
El analista de impuestos de Grant Thornton Argentina evaluó que "la sensación generalizada es que los impuestos indirectos, debido a sus elevadas tasas nominales, obstaculizan el normal desenvolvimiento de los negocios y suelen traer complicaciones en términos de capital de trabajo".
Por otra parte, el 92% de los empresarios locales dijo considerar las regulaciones impositivas locales al tomar sus decisiones de inversiones internacionales.
Esta cifra supera ampliamente el promedio global, donde el 17% de los empresarios dijo no tener en cuenta los regímenes impositivos locales al invertir en otro país.