Sergio Rocha, desde fines del año pasado al frente de General Motors Argentina, llegó al país, como él mismo lo dice, "pasando por el ojo del huracán".
En el 2008 fue convocado a la ciudad de Detroit en medio de la crisis automotriz que sufría Estados Unidos. Meses después, GM se decretaba en quiebra y Obama salía con un megapaquete de ayuda para que la empresa insignia de los norteamericanos no terminara abandonando el mercado. Fueron momentos determinantes para su formación.
Hoy, ya lejos de esa crisis, el ejecutivo plantea con cautela el futuro escenario comercial para la Argentina.
Asegura que las expectativas son muy buenas, pero la competitividad de la industria argentina está perdiendo espacios en forma importante y eso genera incertidumbre para el mediano plazo.
-¿Ve ambiente de negocios en la Argentina?
-Sí. El país está pasando un buen momento y las expectativas económicas son muy buenas.
-¿Dónde están sus dudas?
-Hay dos palabras que yo uso siempre para definir un negocio: la competitividad y la sustentabilidad.
-¿Cómo se aplican éstas al país?
-La competitividad es un tema que nos preocupa. Los costos siguen creciendo y complican el escenario de mediano plazo.
-¿Esto lo dice por el pedido de aumento salarial de Smata?
-Los salarios en nuestra actividad son claves. Si se disparan por fuera de toda lógica económica la industria pierde competitividad y con ella, sustentabilidad.
-¿Es viable el pedido del gremio del 25% de aumento en este contexto?
-Para nuestra industria no. Debemos trabajar midiendo el pulso de la actividad, de la economía argentina y de nuestro socio estratégico, Brasil. No podemos dar saltos del 25% en ninguno de nuestros costos.
-¿Cuál es el techo del aumento?
-No podemos hablar de techos ni de pisos. Estoy de acuerdo con los aumentos, pero éstos tienen que tener relación con el resto de las variables de la actividad. Qué más queremos nosotros que nuestros empleados ganen bien.
-¿Cuál es su propuesta?
-Debemos medir el pulso de la actividad mes a mes. Y los salarios deben seguir esta línea. Mi idea es que se deben dar aumentos escalonados, midiéndolos con la competitividad de la industria. Sería muy irresponsable de nuestra parte otorgar incrementos salariales que quiten competitividad y sustentabilidad a la industria.
-La producción crece en forma importante. ¿Éste no es un argumento para dar aumento de salarios?
-Éste es uno de los argumentos, pero no el único que hay que evaluar.
-¿Qué otros puede mencionar?
-La comparación con los costos que tenemos con la industria de Brasil. Si nosotros perdemos esta ventaja que ostentamos hoy, por más que la producción crezca las ventas se frenarán. Y el Mercosur para toda nuestra industria automotriz es un mercado clave.
-¿La devaluación es una salida?
-Lo mismo que señalé anteriormente. El gobierno argentino debe medir el pulso de la actividad e ir corrigiendo la paridad de tal manera que no pierda competitividad nuestra industria. Pero no es lógico pensar en una devaluación del 25% de un día para otro.
-¿Qué paridad cambiaria es competitiva en Brasil?
-El real flotando entre 1,8 y 2,2 permite un crecimiento sostenido de la economía brasileña y también para el Mercosur, ya que no afecta la competitividad.
-¿Cuáles son los problemas que presenta la Argentina?
-Son más las oportunidades de negocios que hay en el país que los problemas a resolver. Tenemos inflación, un tipo de cambio algo retrasado y pérdida de competitividad en algunos sectores. Todo esto es lo que habría que corregir. Pero las expectativas para toda Latinoamérica son enormes. Tanto Argentina como Brasil van a crecer este año en forma importante y son mercados que tienen un importante potencial de consumo.
-Se lo ve optimista...
-Lo soy, pero no dejo de ser realista. De ahí que debamos preservar nuestra competitividad para poder sostener nuestra sustentabilidad como industria.
-¿Hablan con el gobierno nacional de estos temas?
-Nuestra industria trabaja siempre con el gobierno y creemos que a ellos les interesa saber nuestra posición. Confiamos en que se tomarán las medidas necesarias para mantener a la Argentina en esta fase de crecimiento en el tiempo. A través de Adefa llevamos nuestras recomendaciones, pero el gobierno es el que toma las decisiones y nos encuadramos de la mejor manera posible a ellas.
(Redacción Central)