El jueves pasado el BCRA tuvo que intervenir en el mercado de divisas comprando u$s 240 millones, cifra récord desde la caída de la convertibilidad. Esta fuerte intervención se debió, principalmente, al ingreso de dólares por la venta de soja al exterior, acompañado -según algunos medios económicos- por la caída de la demanda de divisas como respuesta a las restricciones definidas la semana pasada, la que fue canalizada hacia el mercado informal.
Otro de los factores que contribuyó a la intervención fue el interés de los inversores en los bonos en dólares argentinos a corto plazo, que mantienen altos rendimientos de hasta un 14,50%.
Según "Ámbito Financiero", la estrategia es acumular la mayor cantidad de divisas posibles con un doble objetivo: el primero, evitar una caída del dólar en medio de un contexto de alta inflación (lo que profundizaría el atraso cambiario) y, el segundo, acumular reservas para hacer frente a la deuda en dólares para lo que resta del 2010 y todo el 2011. La nueva meta del Banco Central será superar los u$s 50.000 millones de reservas para las próximas semanas. Hoy el stock ronda los u$s 49.300 millones.