Una cotización récord del oro se debe entender como consecuencia de la incertidumbre de los mercados por la recesión económica y el temor a un acusado repunte inflacionista en el medio plazo por los efectos secundarios de los planes de estímulo económico y las inyecciones de liquidez.
En concreto la onza de oro, tradicionalmente considerado como un valor refugio ante la inflación, ha alcanzado su récord máximo a 1.252 dólares, porque los inversores temen que los enormes paquetes de estímulo económico y rescate bancario de Estados Unidos y Europa eventualmente debiliten el euro y el dólar y causen inflación. Eso hace que las personas busquen refugios seguros, lo que se refleja en la entrada en oro.
Se espera que los precios del oro toquen este año 2010 nuevos máximos.
¿Por qué se teme inflación?
La demanda de oro está aumentando al tiempo que la deuda del gobierno estadounidense toca niveles récord y la Reserva Federal (Fed) mantiene los tipos de interés cerca del 0%.
Cuando se analizan los antecedentes de los EE. UU., se observa que en marzo de 1980 la inflación subió a una tasa anual del 14,8%, tras un anterior incremento del oro a lo largo de los 4 años previos y haber tocado un récord de 873 dólares en enero de 1980.
Dan Greenhaus, estratega económico jefe de Miller Tabak & Co en Nueva York, dijo: "El oro pronostica la inflación en lugar de ser un indicador coincidente, a juzgar por su racha alcista antes de 1980. Actualmente no hay nada que diga que la inflación subirá a máximos históricos. Pero el oro puede subir mucho más a partir de aquí. Si el crecimiento regresa, la inflación también lo hará".