La semana pasada habíamos señalado que el mercado ya estaba cerrando operaciones con un euro por debajo de los 1,20 dólares para el segundo semestre del año.

Los tiempos se aceleraron. La crisis financiera internacional está golpeando de lleno sobre la Eurozona y en los próximos días se esperan definiciones sobre el futuro de las paridades cambiarias más importantes.

Las correcciones realizadas por los distintos informes financieros de los bancos de inversiones ya proyectan un euro cerca de 1,10 para esta última parte del año.

Mientras tanto, la convulsión financiera sigue pegando en la plaza local.

Las tasas de interés en los bancos empiezan a subir alejando el acceso a los créditos para el público y para las empresas en el país.

La tasa que pagan los plazos fijos mayoristas a 30 días (la Badlar) perforó esta semana el nivel de 10% por primera vez en más de cuatro meses; los préstamos entre bancos a un día (el call money) se encarecieron hasta tocar el 9% y el interés por adelantos en cuenta corriente se posicionó arriba de los dos dígitos. La suba de tasas que comienza a visualizarse en el mercado tiene como objetivo "salir a cubrirse" ante la amenaza de una fuga de depósitos en el sistema. Sucede que, con un dólar alcista, los ahorristas ven con desconfianza el futuro financiero de la Argentina. Conclusión: muchos están volviendo a posicionarse en el billete verde.

Los futuros del dólar a junio de 2011 mostraron las expectativas de la gente sobre un mayor tipo de cambio hacia fin de año, y avanzaron 5 centavos en los últimos 30 días hasta tocar los 4,4 pesos. Con estas proyecciones los inversionistas no quieren tomar decisiones de riesgo, por lo que se dejan posiciones en pesos para pasarse a dólares. Esta semana se vio muy marcada esta tendencia. Lo que encarece las tasas es tener una expectativa inflacionaria alta, estimada hoy en el 25% para los próximos doce meses, y saber que el tipo de cambio tenderá a reacomodarse.