Cruces por el canje. Los últimos días fueron de duros cruces entre funcionarios del ministerio de Economía y representantes de los bancos que coordinan el canje de deuda pública que lleva adelante el Gobierno. Se trata de ejecutivos de los bancos Barclays, Citibank y Deustche Bank. El punto central es que ya comenzaron algunos pases de factura desde la Quinta de Olivos hacia el Ministerio de Economía. Pero desde allí decidieron cargar las tintas sobre los bancos. El problema es el magro resultado que se viene observando en el canje de deuda. Es más, dentro de los pasillos del Palacio de Hacienda se admite que la iniciativa alcanzaría un nivel de adhesión del 59 al 61 por ciento, lo que es observado como escaso.
Este panorama dio paso a cruces entre las partes. Desde los bancos se asegura que la adhesión no ha sido buena porque se sacaron algunos incentivos. Desde Economía culpan a los bancos por la falta de decisión y de convicción para llevar adelante la iniciativa.
Advertencia. Después de la algarabía que generó la celebración del Bicentenario, los popes de las finanzas y de la industria local advierten que se avecinan, nuevamente, tiempos complicados debido a la crisis de Europa.
Si bien se considera que no llegará a los niveles de 2009, el problema estará dado por el comercio exterior. "Sin dudas que los planes de ajuste en Europa van a afectar notablemente el consumo y ahí se va a comprar menos al exterior", subrayó un importante ejecutivo de la UIA. "Por eso no es bueno que continuemos con estas exageradas restricciones a las importaciones. Si seguimos así nos van a cortar las exportaciones varios países y vamos a tener problemas realmente graves", resaltó otro ejecutivo. El horizonte en materia comercial empieza a ser nuevamente de incertidumbre. Más allá de la locomotora que representa China, los empresarios sostienen que la crisis afecta no sólo al comercio exterior, sino también a probables inversiones.