Europa preocupa. En una reunión reservada con algunos periodistas el ministro de Economía, Amado Boudou, se mostró sumamente preocupado por la situación de la economía europea. Sin muchas vueltas aseguró que el plan de ajuste y de rescate podría traer más penurias que beneficios para esos países. "Aquí sí me parece que es peor el remedio que la enfermedad", resaltó el funcionario. En confianza con los hombres de los medios periodísticos, el titular de la cartera económica advirtió que es muy difícil para un país cumplir con los compromisos de deuda si a la vez tiene que hacer un fuerte ajuste de su economía. "Es como ocurrió aquí en la crisis del 2000. Cuando el país necesita más expansión, crecimiento, consumo, se restringe con un fuerte ajuste y allí hay menos para recaudar y para pagar", puntualizó. Agregó que en sus recientes viajes a Europa observó caras de gran preocupación entre los funcionarios y empresarios de países europeos.
Mucho en juego. El gobierno apuesta fuerte al canje de deuda pública pero los primeros indicios no son buenos. La cifra que ya se difundió da cuenta de que sólo el 45% de los bonistas institucionales se adhirió. Los bancos habían estimado unos 10.500 millones de dólares e ingresaron sólo 8.540 millones. Por eso en Casa de Gobierno comenzaron a surgir interrogantes acerca del futuro de Amado Boudou, quien está llevando adelante el canje y asumiendo todos los costos. De allí que se hable de que hubo caras de pocos amigos en la Rosada cuando esta última semana se conocieron las cifras mencionadas. "Indudablemente si no sale como se esperaba se le va a pasar la factura", admiten en Presidencia. El tema central es ver qué prometió Boudou en Olivos. "Por lo pronto se lo ve preocupado, muy preocupado", aseguró otro funcionario. De aquí al 7 de junio, fecha del cierre total del canje, se estima que Boudou va a tener que trajinar mucho para lograr más adhesión a la iniciativa lanzada por el gobierno.