No hay dudas de que la aplicación del Programa Federal de Desendeudamiento de las Provincias Argentinas permitirá a los gobernadores mejorar su situación fiscal, aliviar sus finanzas y reducir el monto adeudado.
En forma adicional, el reconocimiento de la deuda por los fondos no distribuidos en concepto de ATN y su aplicación a la reducción del stock de deuda que las provincias mantienen con la Nación permitirán además no sólo una reducción del stock de deuda provincial del 12% sino también una disminución de los servicios futuros al quedar reprogramados los saldos en 20 años y con una tasa de interés del 6% anual, sin ajuste por CER.
El mayor ahorro ocurrirá en lo que queda del 2010 (5.600 millones) y en el 2011 (10.243 millones), en tanto que a partir del 2012 y hasta el 2017 el ahorro sería menor, de entre 2.300 millones y 1.100 millones, respectivamente.
En términos del resultado financiero provincial esperado para el 2010, la medida anunciada lo reduciría de 11.331 millones a 10.300 millones y las amortizaciones de deuda de 13.400 millones a 8.800 millones.
Las estadísticas confirman en definitiva que la refinanciación de las deudas ayuda, pero no resuelve el problema fiscal de fondo que muestran hoy las provincias.