El proyecto de ley impulsado por el diputado kirchnerista Carlos Heller (ver nota página 6) busca lisa y llanamente regular el mercado financiero en función de las necesidades que presenta la población y también, por qué no decirlo, cubrir las demandas de fondos que hoy exigen los desequilibrios fiscales del Ejecutivo.
Éstos son algunos puntos clave para entender la nueva regulación que se viene para el sistema.
? Las entidades actualmente pueden hacer todo aquello no expresamente prohibido, mientras que bajo el nuevo marco sólo podrán hacer aquello para lo que estén expresamente autorizadas por la nueva ley impulsada desde el Ejecutivo.
? La iniciativa avanza en la creación de institutos específicos, como la constitución de un banco de desarrollo, un instituto para la vivienda y otro dedicado al financiamiento de pequeñas y medianas empresas. Experiencias todas ellas ya aplicadas en los 80 con resultados para el olvido.
? Otorgará al Estado el marco que le permita regular las tasas de interés, así como también los montos, la asignación de los créditos y la estrategia de apertura de sucursales.
? En este sentido, un banco privado con una sucursal en una ciudad podría estar obligado a tener sucursales en el resto del país.
? El proyecto de ley se propone lograr una "cobertura universal" por parte del sistema, obligando a las entidades a brindar ciertos paquetes de productos a pérdida y fuera de la dinámica de rentabilidad del mercado.
? Esta nueva legislación formaría parte de un paquete más ambicioso que incluiría, además, la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, un elemento clave para poder sortear legalmente la poca independencia que le queda a la entidad financiera madre en manos del Ejecutivo.
La filosofía con la cual se defiende este nuevo proyecto plantea, en definitiva, que el sistema financiero no puede ser dejado en manos del mercado sino que debe ser el Estado el que regule.
El gobierno insiste en forzar al mercado, adaptándolo a sus necesidades.