Todo pareciera indicar que la ayuda de Europa a Grecia sería mayor a la prevista.
Los últimos sucesos, que marcaron fuertes caídas de las bolsas en el mundo y subas en el riesgo país de los PIGS (acrónimo en inglés de Portugal, Italia, Grecia y España), volvieron a mostrar la precariedad en la que vive la Eurozona.
Los recortes de calificación crediticia emitidos esta semana por Satnadar & Poor´s (S&P) sobre Portugal y Grecia golpearon a otros países periféricos y los analistas de Barclays Capital anticipaban que las siguientes víctimas iban a ser España e Irlanda.
Barclays Capital alertó de que la crisis de credibilidad sobre la deuda soberana de Grecia, que salpicó en la última semana a España, representa "sólo la punta del iceberg" y no descartó que acabe arrastrando a otros países de la UE ante la escalada de déficits para contrarrestar la crisis.
En su informe, la entidad justifica sus augurios en los "claros signos de contagio" patentes en el "efecto demostración" de la prima de riesgo de España y Portugal, para sentenciar que "la posibilidad de contagio" no concluirá con España.
"El contagio puede ser rápido y puede tomar caminos impredecibles", precisa el banco de inversión tomando como referencia la coyuntura desatada en Asia en 1997, y constata que la expansión del descrédito en la Zona Euro supondrá un "obstáculo" a la recuperación.
Así pues, el banco califica de "error" que se limitase la crisis de la deuda griega a un "hecho local", por lo que advirtió que "volvería a ser un error" situar el problema exclusivamente en la Eurozona.
A eso se suma esta semana que el vicepresidente del Banco Central Europeo, el griego Lucas Papade-mos, consideró que hay países de la Zona Euro que comparten problemas fiscales y de competitividad con Grecia. Si bien el funcionario no nombró a España, todos sabían a quién iba direccionado ese mensaje.
Todas estas especulaciones se hicieron sentir en Madrid. El riesgo país de España llegó a tocar el récord de 135 puntos. Por su parte, los seguros contra el impago de deuda (CDS) llegaron a 200 puntos, una cota jamás alcanzada anteriormente. El miedo se deja ver también por la bolsa, donde el Ibex agrava su retroceso y amenaza incluso con perforar los 10.000 puntos.
El castigo que está sufriendo España se hace sentir. Es imprescindible para el mercado saber cuál será el piso de esta crisis para que la espiral negativa no termine por afectar la confianza de la Eurozona.
(Redacción Central/AP)