La peor noticia para la estrategia política y económica del gobierno con vistas al 2011 es que este año arrancó con una tasa de inflación muy alta.
Fue del 2,4% en enero, está rondando el 3% en febrero y puede dar tranquilamente 2% en marzo, remarca en su informe el economista Carlos Melconian.
Si ésta fuera la tendencia inflacionaria global para los trimestres venideros, la inflación habría ingresado en la zona del 30% anual. Está claro que este año el piso de inflación será cómodamente 20%. Pero no puede descartarse hasta que se acerque al 30% si no se pone "freno" a esta carrera inflacionaria. Dependerá, esto, básicamente de qué tan expansiva sea la política macroeconómica oficial. Los datos iniciales no son para nada alentadores, ya que el principal demandante de liquidez -por primera vez desde 2003- no será el mercado sino el gobierno para poder equilibrar sus cuentas fiscales.
Salvo un muy improbable cambio en la política macroeconómica, la Argentina está a las puertas de entrar en una etapa de inflación más alta y más inestable, dejando algunos interrogantes sobre su futuro inmediato.