EL gigante sudamericano comienza a tomar distancia del Mercosur.
Su fuerza económica no resiste análisis. "Sabemos dónde estará Brasil en los próximos diez años; no así el resto de los países que conforman el Mercosur", subrayó un importante asesor económico del presidente Felipe Calderón, luego de la extensa reunión que mantuvo a solas con su par brasileño. El contacto se realizó el martes pasado alejado de la "Cumbre de Cancún", que finalizó esta semana en el país azteca. El objetivo de esta "mini cumbre": sellar políticamente el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países. El secretario de Economía de México, Gerardo Ruiz Mateos, señaló el jueves al diario local El Financiero que su país y Brasil revisarán sus políticas arancelarias para definir la firma de un acuerdo de libre comercio entre ambas naciones.
En una entrevista concedida a este medio, Ruiz Mateos remarcó que ante un tratado que fomentará un mayor intercambio del flujo comercial, ambos países buscan mantener a salvo sus áreas de producción más sensibles.
"Uno de los puntos que pusimos sobre la mesa, y fue muy claro el gobierno de México, la parte central de estas pláticas y de este proceso formal es revisar las barreras arancelarias y no arancelarias que tiene Brasil, que finalmente es una economía que se ha volcado sobre todo a su mercado interno y menos al comercio exterior", subrayó.
Ruiz Mateos aclaró que existe un protocolo formal entre Brasil y México para analizar las distintas alternativas que se tienen en materia comercial, pero que faltan todavía algunos meses para que comiencen los trabajos para llegar al cierre de un TLC.
Efectos
Pero estos pasos comerciales que está dando Brasil golpean colateralmente a la Argentina, que sigue sin un norte definido en lo que respecta a su estrategia de inserción dentro del comercio internacional. Hoy la administración CFK apuesta a su relación con Brasil vía Mercosur, pero todo indica que el vecino país buscará fortalecerse por fuera de este bloque económico.
El Mercosur no permite TLC de sus miembros con terceros países a menos que exista una autorización expresa de los integrantes del bloque. Ya existen antecedentes: hacia fines del 2004 se habilitó a Uruguay a firmar un TLC con México. Brasil apuesta a que los países miembros no impedirán este nuevo acuerdo comercial. Pero si esto no ocurre, tiene herramientas para "seducir" al Mercosur a que acepten esta nueva realidad con el país azteca.
"La respuesta es una respuesta de realpolitik. Todos constatamos que la importancia de Brasil en el mundo no tiene par en América del Sur. Ése es un hecho. No disminuyen en nada la estima y las relaciones que tenemos con Argentina y el resto de los países que conforman el Mercosur", afirmó la fuente económica.
"La asociación estratégica con Brasil no es una alternativa a la negociación con el Mercosur, es un plus", aseguró.
Para muchos analistas políticos y económicos internacionales la "guerra comercial" que mantiene la Argentina y Brasil en frontera podría ser parte de la estrategia de Lula para tener un punto de negociación con nuestro país a la hora de solicitar el permiso al Mercosur para firmar unilateralmente el TLC con México.
Desde Itamaratí niegan esta posibilidad. El canciller brasileño, Celso Luiz Nunes Amorim, afirmó que "en ninguna hipótesis Brasil entrará en cualquier tipo de entendimiento que hiera las obligaciones del Mercosur. Brasil siempre ha pedido eso de otros países, y por lo tanto tiene la misma responsabilidad".
(Redacción Central)