El gobernador Jorge Sapag fue el primer mandatario provincial que salió públicamente a avalar la creación del Fondo del Bicentenario y garantizó al matrimonio Kirchner los votos de los diputados y senadores del Movimiento Popular Neuquino cuando llegara el pedido formal del Ejecutivo al Congreso nacional.

Se alinea al cada vez más golpeado poder central sin, tal vez, evaluar los costos políticos que ello implica.

La familia presidencial está pasando por su peor momento.

Una encuesta oficial -que es manejada con mucha prudencia dentro del gobierno- muestra que la imagen de la presidenta Cristina de Kirchner está en los niveles más bajos desde que se hizo cargo del Ejecutivo.

¿Cuál es la necesidad de Sapag de "pegarse" en forma casi irreflexiva a la imagen de CFK en este momento? La respuesta es netamente financiera.

El actual esquema económico no es sustentable para la provincia.

El gasto público sigue creciendo a tasas realmente preocupantes.

Ya no es una cuestión de sostener sin aumentos la masa salarial estatal, el problema es mucho más complejo.

La inercia que muestran las erogaciones, sumada a la burocracia cada vez más compleja -que termina afectando los servicios básicos que debe brindar el Estado- y a una mala gestión sobre los recursos, hizo este año que el presupuesto superara el techo de los 7.000 millones de pesos para todo el 2010.

El fantasma de la deuda

En el 2009 el gobierno terminó totalmente desfinanciado, pese a haber obtenido ingresos extraordinarios por algo más de 950 millones de pesos en concepto de aportes del sector privado a través de las prórrogas a las concesiones sobre las áreas petroleras.

Pero va por más.

El nivel de gastos se compensará con mayor deuda pública.

Oficialmente el gobierno provincial ya acordó un endeudamiento superior a los 1.530 millones de pesos para el período 2010-2014, tal como lo señala el estudio de operaciones de créditos plurianuales definido en el proyecto de presupuesto para este año (ver recuadro con detalles).

Toda esta nueva masa de dinero estaría destinada -en principio- al financiamiento de la obra pública, a la que habría que sumarle los fondos adicionales necesarios para compensar los desvíos corrientes que muestran los presupuestos plurianuales en el período 2010-1014.

En el oficialismo, estiman otros 1.500 millones más para el período mencionado.

Seguir incrementando los niveles de deuda pública en las tasas de los últimos años es, como mínimo, imprudente.

Jorge Sapag ya adelantó que no habrá aumentos salariales para los empleados públicos durante el 2010. El mensaje fue específicamente para el sector docente, que amenaza con no iniciar las clases si no reciben una mejora salarial antes del cierre del semestre.

Este cambio de actitud del gobernador es un paso importante para controlar el gasto público, pero como están las cosas sólo con la voluntad política de no subir sueldos no alcanza para poder revertir la difícil situación financiera de la provincia.

El gasto sigue subiendo y, como contrapartida, la deuda pública crece compensando la menor tasa de crecimiento que registran los recursos.

Por otra parte, volviendo otra vez a los salarios, desde la Nación en nada ayudan a controlar este tipo de erogaciones. Días atrás el ministro de Educación, Alberto Sileoni, dejó trascender en las nuevas paritarias que los incrementos no pueden superar el techo del 15% de aumento para todo el año en curso.

Eso en el presupuesto neuquino significa alrededor de 250 millones de pesos más, si sólo la suba se aplica al salario docente, y de 550 millones si se traslada a toda la masa del Estado.

De ahí la necesidad de hacer cambios en la estructura y gestión del Estado neuquino.

Compensar con deuda los desequilibrios generados por los gastos corrientes es un escenario suicida para el mediano plazo.

En estos dos años de gestión, Jorge Sapag incrementó el stock de deuda pública provincial en 700 millones de pesos, totalizando ésta al cierre del 2009 cerca de 3.700 millones de pesos.

En los próximos cuatro años, la provincia incrementará sus pasivos en otros 1.500 millones. Es decir que, si se descuenta la deuda flotante del total del stock del cierre del 2009, la deuda pública crecerá un 50% al finalizar el 2013.

Para el presente ejercicio, la provincia deberá erogar cerca de 540 millones de pesos por los servicios de la deuda pública.

Estos servicios fueron calculados por la administración neuquina teniendo en cuenta las pautas macrofiscales para el año 2010, elaboradas por el gobierno nacional, que consideran un tipo de cambio nominal para el año en torno a los 3,95 pesos por dólar.

Los 540 millones mencionados representan el 9% de los recursos corrientes para el 2010.

Este indicador en el período 2003-2009 se ubicó en el 5,2%.

Un dato no menor, que muestra la presión que está generando la deuda pública en el presupuesto neuquino.

Conclusiones

Difícilmente Sapag consiga mayores transferencias desde Nación con la puesta en marcha del Fondo del Bicentenario.

Puede lograr un acuerdo político para el refinanciamiento de la deuda pública, algo importante si se tienen en cuenta los vencimientos para el período 2010-2011. Pero la realidad muestra que los acuerdos firmados con el matrimonio Kirchner nunca terminan por cumplirse.

Existe el gran acto, se hacen los anuncios por los medios de comunicación y la foto en la que todos están conformes... pero cuando se vencen los tiempos pactados, los fondos nunca llegan a las arcas neuquinas. Las provincias deben tener su propia autonomía para el manejo de recursos. No pueden seguir men- digando en la capital federal por algo que les corresponde por ley.

Acordar "parches" con la Nación no resuelve los problemas de fondo de Neuquén.

Es necesario comenzar trabajar con los otros gobernadores para que la administración Kirchner cumpla con lo que la ley dice en materia de transferencias de recursos.

De no se así, los mandatarios provinciales seguirán siendo rehenes del poder central sin tener posibilidad de dar respuesta a los problemas económicos y sociales en cada uno de sus distritos.

La salida de esta crisis tomando más deuda es suicida para el futuro mediato.

La nueva deuda para Neuquén

Según datos consignados en el proyecto de presupuesto que ingresó oportunamente a la Legislatura neuquina, el nuevo endeudamiento por más de 1.500 millones de pesos para el período 2010-2014 corresponde, entre otros, a los siguientes ítems:

• Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional (FFR-Obra del Poder Judicial). Obra de la primera etapa del Edificio Tribunales de Neuquén, Fuero Penal, Ministerios Públicos e Infraestructura general de Servicios en Neuquén capital. Monto total para el período mencionado: 120 millones de pesos.

• BID 1956 OC/AR BIRF 7597/AR. Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (Prosap II). Es para la ejecución de proyectos destinados a fortalecer los servicios brindados a productores y estimular las inversiones en las áreas de fruticultura, horticultura, ganadería y forestación. Monto total para el período mencionado: 638 millones de pesos.

• ADUS-Plan 2.500 viviendas. Es para la construcción de viviendas personales dentro del Plan Federal Plurianual. Monto total para el período mencionado: 228 millones de pesos.

• BIRF 7301/AR Programa de Infraestructura Vial Provincial. Compete al mejoramiento de las redes viales de la provincia, completando otros programas financiados por el BIRF. Monto total para el período mencionado: 162 millones de pesos.

• BIRF 7385/AR Programas de Servicios Básicos Municipales. Se basa en el apoyo a proyectos de inversión para municipios en infraestructura, equipos y fortalecimiento institucional. Monto total para el período mencionado: 72 millones de pesos.

• BID 1895 OC/AR Programas de obras menores de saneamiento. Comprende a los proyectos de provisión de agua potable y desagües cloacales en localidades de 500 a 50.000 habitantes. Monto total para el período mencionado: 108 millones de pesos.

• FIDA 648-AR Programa de Desarrollo Rural. Monto total para el período mencionado: 35 millones de pesos