"Para que los buitres de afuera tengan éxito, tiene que haber buitres autóctonos", sostuvo la jefa de Estado al encabezar días atrás un acto en la localidad bonaerense de Capitán Sarmiento. Identificó a estos últimos como aquellos "personajes" que siempre buscan sacar ventajas en situación de alta volatilidad en la economía argentina.
Algo parecido a lo mencionado en esta fuerte crítica de CFK fue lo que hizo su marido, el ex presidente y actual diputado nacional Néstor Kirchner, con la compra de dólares en momentos en que la crisis internacional golpeaba de lleno sobre la economía argentina. Pero hay que dejar algo en claro: lo que hizo el matrimonio Kirchner con la compra millonaria de dólares es, ni más ni menos, lo que viene haciendo desde que está en la función pública a partir de 1983.
Llegaron a la presidencia en el 2003, multiplicaron por siete su capital familiar y en el 2008 -año de crisis económica mundial- éste creció a una tasa del 160%, alcanzando los 46 millones de pesos.
La hipocresía que arrastran los discursos progresistas de la presidenta ya están generando un efecto negativo en la imagen del gobierno.
Por más que existan declaraciones juradas que avalen este desborde en el incremento patrimonial, pocos son los que salen en defensa de estos desvíos ligados a la política.
La teoría de los más afines al matrimonio para avalar lo actuado es sencilla: "Compran barato algo que después sale caro. ¿Qué tiene de ilegal eso?". Una definición más sobre la teoría de los "buitres autóctonos".
Con el destino de los dos millones de dólares que ahora ingresaron en conflicto, la situación es distinta.
Por primera vez un ex presidente, con su señora la frente del Ejecutivo, desliza que para gran parte de sus operaciones usa testaferros. Los dólares que adquirió en el 2008, aclaró públicamente Néstor Kirchner vía mail, fueron para la compra de acciones del hotel "Alto Calafate". Sin embargo, cuando se analiza la composición societaria de ese inmueble, no figuran allí ni Néstor ni Cristina como accionistas del emprendimiento.
Cabe preguntarse entonces: ¿cuántos inmuebles más tendrán en esta situación? Nadie sabe, porque es muy difícil seguir las inversiones que se manejan con testaferros.
Será complicado poder llevar al banquillo de los acusados al matrimonio Kirchner. Los cargos por los que se los acusa son muy difíciles de probar. Pero está claro que toda esta situación tendrá una sanción moral por parte de la sociedad que sin dudas terminará repercutiendo en el modelo política llevado adelante desde el 2003 a la fecha, donde la impunidad y la hipocresía reinaron de la mano de los buenos indicadores económicos.
El otro evento que sacudió la semana fue el ingreso de Mercedes Marcó del Pont para la conducción de la presidencia del Banco Central. La flamante funcionaria ya había expuesto sus ideas a la presidenta CFK mucho antes de tomar este nuevo cargo.
Un preciso resumen del Centro de Investigaciones de Instituciones y Mercados de Argentina (Ciima-Eseade) refuerza las ideas de la nueva titular del BCRA:
a) La inconveniencia de que el BCRA sea independiente. Lo cual significa que a partir de ahora desde su conducción le responderá férreamente al mandato del Poder Ejecutivo Nacional.
b) El BCRA debería fomentar el crédito interno y direccionarlo según la conveniencia de la política económica.
c) El tipo de cambio alto no necesariamente significa más inflación.
d) También se mostró a favor del Fondo del Bicentenario y de acuerdo con el uso de las reservas para financiar al gobierno.
Todo esto implica que el BCRA pasará a ser un instrumento más de política económica del Ministerio de Economía y, seguramente, el resultado de la implementación de estas ideas redundará en mayor depreciación del peso e inflación.
(Redacción Central)