La salida de Martín Redrado del Banco Central se oficializó.
De todos modos, la oposición iba a terminar apoyando la decisión oficial a cambio de que el gobierno pasara por el Congreso la conformación del Fondo del Bicentenario.
Es decir: se ingresa en una negociación netamente política dejando de lado el fundamentalismo institucional que hasta la semana pasada era convalidado por todo el arco opositor.
Diputados y senadores buscarán armar el andamiaje legal para poner a disposición del Ejecutivo los 6.500 millones de dólares de "excedentes de reservas" que hoy están en manos del Central. Esto tendrá consecuencias directas sobre la economía nacional:
* Por un lado, con el Congreso en el medio, los gobernadores no dudarán en pedir -a través de su voto- la cuota que les corresponde de esas reservas para poder sortear sus desequilibrios fiscales.
* Abrir la puerta a la transferencia de 6.500 millones de dólares hacia el Tesoro es el primer paso para el gobierno nacional. Luego habrá que esperar la orden de CFK para que los restantes 12.000 millones de "excedentes" terminen por ser apropiados para sortear el fuerte déficit de caja que se proyecta para éste y el año que viene.
Más allá de los acuerdos técnicos a los que se llegue en el Congreso, suena peligroso darle incentivos al gobierno para seguir endeudándose y así financiar un gasto público que crece a tasas elevadísimas y de manera altamente ineficiente, sin exigir un cambio en la dirección de la política fiscal.
Pero el gobierno nacional encontró un nuevo aliado para terminar de consumar sus objetivos: las provincias.
Los gobernadores están hoy con necesidades financieras básicas insatisfechas.
Hoy unas 15 provincias no pueden enfrentar, con recursos propios, el pago de salarios públicos de este mes. Los gobernadores terminan siendo rehenes del programa económico nacional. "Estamos arriba del Titanic, frente al iceberg, y nos ordenan acelerar. Ésa es nuestra situación", aseguró un importante funcionario rionegrino al ser consultado por el tema.
De ahí que la intervención del Central vaya mucho más allá de la salida de Redrado.
(Redacción Central)