Es un elegante híbrido entre el teléfono móvil iPhone y los portátiles de Mac y, tras meses de rumores, fue finalmente presentado ante la prensa el iPad, el nuevo producto estrella de Apple y la respuesta de la compañía californiana al "boom" de los libros electrónicos y netbooks.
"Hay espacio para un producto entre el iPhone y el portátil y la solución no es un netbook", afirmó Steve Jobs, consejero delegado de Apple, ante las decenas de periodistas que acudieron al evento en San Francisco. "Un netbook sólo es un portátil barato que encima usa software de PC", bromeó.
La solución de Apple se llama iPad y tiene el aspecto de un iPhone grande con prestaciones de ordenador. Con sólo 700 gramos de peso y 1,2 centímetros de espesor, el iPad cuenta con una avanzada pantalla táctil de 9,7 pulgadas, conexión a internet Wifi y una batería de 10 horas de duración.
No hay dudas de que la presencia de Steve Jobs al frente de Apple repercute directamente en el valor de las acciones de la compañía en la bolsa de valores, y para comprobarlo basta ver que la evolución que ha experimentado la acción de Apple en los últimos años ha sido realmente importante. A pesar de que los precios se mantienen subiendo y bajando continuamente, salta a la vista que desde finales de diciembre del año pasado se mantuvieron crecientes cada vez que ha aparecido Jobs en escena.
El punto más bajo fue el pasado invierno, con los inversores asustados por la crisis económica mundial y las inesperadas licencias médicas de Steve Jobs. Sin embargo, en los últimos meses las acciones de Apple han mantenido una carrera hacia el alza indetenible, impulsadas principalmente por el éxito del iPhone 3GS y por la excitante posibilidad de que la multinacional Apple vuelva a quebrar récords de venta con su nuevo producto iPad.
Hace unos días Apple registró su índice más alto -con un máximo de 215 dólares, más del doble que hace sólo unos meses- y se espera que la suba siga en los próximos meses.
Quiere decir que quienes compraron a un promedio de 80 dólares entre enero y marzo del año pasado pudieron cosechar los frutos de su paciencia.
Lo único que preocupa es lo dependiente que Apple parece ser de Jobs y, aunque Steve Jobs es insustituible, ese tipo de dependencias a la larga suele ser peligroso.
"La última tabla que generó una expectación semejante llevaba los diez mandamientos grabados en ella", bromeaba recientemente el diario estadounidense "The Wall Street Journal" sobre la expectación que provocó el aparato iPad.
Y no le faltaba razón. Rumores sobre el iPad circulaban desde hacía meses en la prensa y se supone que Steve Jobs ha estado implicado personalmente en su desarrollo incluso durante sus meses de baja por un trasplante de hígado.