Como consecuencia de la crisis global que parecería estar quedando atrás -y que tuvo su epicentro en los Estados Unidos y fue la peor desde la "gran depresión"-, la inversión se contrajo a nivel global y también en la Argentina. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) espera, con optimismo, que la región crezca el 4,1% del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2010 y la Argentina el 4%.
Beatriz Nofal, presidenta de la Agencia Nacional de Desarrollo de Inversiones (ProsperAr), planteó entre los desafíos existentes la necesidad de encontrar un nuevo equilibrio Estado-mercado, pero con los siguientes riesgos:
? Dudas sobre la recuperación del consumo.
? El sistema financiero, que aún no se recuperó totalmente.
? Las tasas de desempleo del 10,2% en los Estados Unidos y del 9,7% en la zona del euro.
? El impacto de los estímulos fiscales comienza a agotarse y el margen para introducir nuevos es cada vez más limitado por el alto endeudamiento de los gobiernos.
? Desequilibrios globales.
De cualquier manera, los países emergentes lideran la recuperación:
? China encabeza el crecimiento mundial.
? Las exportaciones asiáticas son las más dinámicas.
? Mejoran los precios de los "commodities".
? Se recuperan las bolsas y reducen los "spreads" bancarios.
? Tienden a estabilizarse los valores de las monedas y las reservas internacionales.
? Tienen mayor peso institucional en el Grupo de los 20 (G20) respecto de la coordinación macroeconómica mundial.
Nofal trazó las siguientes perspectivas para las inversiones en la Argentina:
? La paulatina recuperación de la economía mundial plantea un escenario favorable para retomar un crecimiento sostenido con inclusión social.
? Si bien el año pasado resultó complejo, se espera una mejora para el 2010.
? La reactivación de la economía internacional, motorizada por países que son los principales destinos de las exportaciones nacionales (como Brasil y China), será un estímulo directo para la producción local.
? Tendencias de largo plazo confirman la alta complementación entre los factores y capacidades de la Argentina y los patrones de consumo y producción proyectados a escala global.
? El crecimiento de las economías asiáticas (especialmente las de China y la India) conlleva una creciente y sostenida demanda mundial de alimentos. Simultáneamente, los hábitos de consumo en el mundo desarrollado cambian hacia los alimentos orgánicos, de alta calidad ecológica, de estilo gourmet y muy diferenciados. La Argentina puede atender tanto las mayores demandas de las economías emergentes más dinámicas como a los consumidores que exigen productos con mayor valor agregado, sofisticados y con atributos específicos.
? La preocupación mundial por la sustentabilidad ambiental incrementó la relevancia de contar con tecnologías limpias para reemplazar las fuentes de energías tradicionales. El país es uno de los mayores productores de biocombustibles y se supone que continuará avanzando en desarrollos como el eólico y el solar.
? Se profundizó la fragmentación y la relocalización productiva en distintos sitios, tendencia que se extendió en la última década a los suministros de servicios profesionales y técnicos. La calificación y el talento de los recursos humanos locales ubican a la Argentina como un importante centro para la localización de aquellos con alto valor agregado (software, informáticos, diseño, arquitectura, industrias culturales y finanzas). Del mismo modo, el país puede beneficiarse con la citada relocalización (principalmente de manufacturas diferenciadas) y el desempeño de ciertos sectores, como el autopartista, farmacéutico y metalmecánico.
? Una tendencia relativamente reciente es el mayor protagonismo de determinados mercados emergentes como desarrolladores y productores de tecnologías. Nuevamente, la dotación de recursos humanos calificados, la red articulada de instituciones científicas de larga trayectoria y el apoyo del sector público a las innovaciones constituyen ventajas locales.
? El crecimiento económico de Brasil, apuntalado por la explotación petrolera, las obras de infraestructura y los ingresos asociados al campeonato mundial de fútbol (en el 2014) y los juegos olímpicos (2016) y el mercado inmobiliario, brindan posibilidades de una mayor complementación y especialización productiva. Esto podría darse, sobre todo, con la industria metalmecánica en sus planes petroleros, la consolidación de la integración automotriz, sobre todo para los autopartistas, las transnacionales y multilatinas en diversos eslabones de las cadenas de valores, la Inversión Extranjera Directa (IED) de esa procedencia, la realización conjunta de proyectos de infraestructura y las exportaciones de no transables. La apreciación del real favorecería la competitividad relativa de segmentos fabriles argentinos.
"Claramente hay buen clima y ganas de invertir en la Argentina", exageró la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK) el 29 de diciembre pasado, cuando se refirió al primer llamado a concurso por el cupo de 800 millones de pesos de incentivos fiscales correspondientes a la ley de Promoción de Inversiones (LPI), efectuado ocho días antes por el Ministerio de Industria y Turismo. Entonces se presentaron 94 empresas, un récord de inscripciones, la mitad de las cuales expusieron nuevos proyectos y la otra mitad aquellos que ejecutan desde el 2007. Las propuestas ascendieron a 10.100 millones de pesos, con estimaciones de que anualmente venderían por 49.100 millones, exportarían por 30.000 millones y darían 12.000 puestos de trabajo. A ese llamado acudieron empresas gráficas, automotrices, autopartistas, alimenticias, metalmecánicas, de bienes de capital, agroindustriales, químicas, farmacéuticas y textiles.
Las firmas grandes (con una facturación anual mayor a 60 millones de pesos) superaron el cupo asignado de 500 millones y solicitaron beneficios por 816 millones, por lo que no todas calificarían. Las pequeñas y medianas (pymes, con una facturación promedio en el último trienio inferior a 60 millones) requirieron casi 100 millones de los 300 millones previstos.
Próximas presentaciones
Las próximas presentaciones para las grandes se recibirán en mayo y septiembre próximos y para las pymes habrá nuevos llamados bimestrales a partir de marzo. CFK reclamó que se difunda más esta última alternativa y que el saldo de 200 millones se comunique y articule con gobernadores e intendentes para aprovecharlo con mayor profundidad y en toda la geografía. Ocurrió que las solicitudes se concentraron en las provincias de Buenos Aires (35), Córdoba (16), Entre Ríos (3), La Rioja (2), Mendoza (3), Santa Fe (25), Santiago del Estero (3), Tucumán (1), la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (3), Catamarca (1), San Luis (1) y Chubut (1), o sea que no hubo ninguna de Neuquén y Río Negro.
En seis meses, las empresas que ingresen al régimen accederán a la devolución anticipada del Impuesto al Valor Agregado (IVA) generado por la inversión o la amortización acelerada del gravamen a las Ganancias. Obtendrán ambos beneficios, simultáneamente, cuando sus proyectos sean netamente exportadores, de producciones limpias y/o reconversiones industriales sustentables.
Proyecciones incluidas en el presupuesto nacional
Recuperaciones moderadas del sector productivo nacional y del mercado interno fueron estimadas en el presupuesto nacional para el 2010 y se prolongarían con otros más vigorosos en el 2011 y el 2012.
Pese a la desaceleración que tuvieron durante el 2009, las perspectivas para este año y el 2011 sugieren una paulatina convergencia a tasas de expansión más elevadas en el largo plazo.
Las previsiones presupuestarias indican una suba del 2,5% en el nivel de actividad. Incluso se aguardan repuntes de las exportaciones y las importaciones (a 65.173 millones y 50.995 millones de dólares, respectivamente), que por noveno año consecutivo permitirían lograr un superávit comercial, esta vez de 14.178 millones.
En las proyecciones macroeconómicas se visualiza un alza de la Inversión Bruta Interna Fija (IBIF) del 8,2%, que implicaría una recuperación respecto de la caída del 2009. A este crecimiento contribuirían la recuperación de la inversión privada y el mantenimiento de la obra pública.
El consumo para este 2010 tendría una variación real del 2,7%, menor que el resto de los componentes de la demanda, lo que se atribuye en parte al desempeño manifestado durante el 2009. De todas maneras, estaría por sobre la del Producto Interno Bruto (PIB), que sería del 2,5%.
La prioridad asignada a la inversión real directa (IRD) se mantiene para el actual ejercicio, previéndose un aumento interanual de 364,3 millones de pesos, influido principalmente por las realizaciones de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) que impactan en el transporte, el cual concentra el 64,4% del total de la IRD.
También resulta significativa esta inversión del 19,3% en servicios sociales, destinada fundamentalmente a la atención de tales necesidades, las áreas de ciencia y técnica y agua potable y alcantarilla.
Del total de gastos en IRD, se prevé que el 85,3% se ejecute por proyectos y el 14,7% restante por adquisición de bienes de uso.
MIGUEL ANGEL FUCKS
miguelangelfucks@yahoo.com.ar