Lo que está ocurriendo con el Banco Central es realmente grave. El gobierno nacional sale a jugarse a todo o nada. Redrado y la oposición, por su parte, no ceden posiciones. La decisión de la Justicia federal de dar marcha atrás con lo hecho por CFK fue un duro golpe para el matrimonio presidencial. Está siendo definido en los pasillos de la política como "la 126" (en alusión al golpe que dio el campo con la 125). La presidenta está perdiendo importantes cuotas de poder, pero no por el avance de la oposición sino a causa de sus propios errores. Intentar llevarse por delante una institución como el Banco Central tendrá costos altísimos para el gobierno.