El gobierno nacional sigue dando señales de apoyo a los títulos públicos para, de esta manera, generar cierto grado de certidumbre al mercado sobre el pago de sus obligaciones externas que vencen en el 2010. Cómo y con qué respaldo lo hace, ésos son temas para otra columna.
Pero la realidad es que la creación del Fondo Bicentenario -que garantiza los pagos de deuda del año próximo con reservas-, sumado al lanzamiento de la oferta de canje a los holdouts, alimenta las expectativas del inversor por los bonos a pesar de que hayan desaparecido las altas tasas de rendimiento que presentaron hasta el mes pasado.
Pero en un mundo en donde las tasas de interés están en niveles cercanos a cero y los títulos internacionales con un techo del 2% anual, la apuesta por los papeles de la Argentina se hace más tentadora.
Para aprovechar esta coyuntura, en las casas de bolsa de la city porteña recomiendan principalmente los bonos cortos en dólares. Así lo afirma un informe presentado este fin de semana por "El Cronista" asegurando que algunos creen que el actual tipo de cambio es el piso y que, teniendo en cuenta eso, todavía se encuentran rendimientos de dos dígitos en moneda dura. "Los bonos en dólares más cortos, como el Bonar 11 y el Boden 2012, resultan los más atractivos para aprovechar la coyuntura. Tienen rendimientos considerablemente mayores que los de títulos similares en la región. El Bonar 11 rinde unos 750 puntos básicos más que un par suyo brasileño", dice la consultora Delphos Investment en su último informe.
En la misma línea, Federico Desprats, analista de Intervalores Sociedad de Bolsa, señaló al periódico porteño: "Hay que comprar bonos cortos en dólares. Como regla gene-ral, el que entra al mercado tiene que ser aquel que espera por la amortización y renta, no tanto por suba de precio, porque el margen es menor", explicó el analista, que recomienda el Bonar 11 y el Boden 12 y 13.