nivel internacional, las actividades de servicios continúan su consolidación como uno de los principales motores de desarrollo y crecimiento económico y de generación de empleo.
Según la Organización Mundial de Comercio (OMC), los servicios representan más del 60% de la producción y el empleo mundial y han venido creciendo de manera sostenida durante las últimas tres décadas.
Los países avanzados son los que llevan el liderazgo indiscutible. En el Reino Unido los servicios representan el 80% del Producto Interno Bruto (PIB), en Estados Unidos el 79%, en Francia el 77%, en Bélgica el 76%, en Japón el 72% y en Italia el 71%.
En nuestro país, el comercio y los servicios generan el 62% del PIB, en línea con la tendencia de las principales economías mundiales, donde los servicios generan la parte sustancial del producto.
Asimismo, comercio y servicios son las actividades que dan más trabajo en todo el espacio geográfico nacional.
El sector, tomado en forma amplia, emplea en el país a 4.804.449 personas, que representan el 70% del total del empleo en Argentina, según cifras proporcionadas por la AFIP a junio del 2009.
Sólo el comercio tiene 1.003.313 (AFIP, junio) empleados registrados, que representan aproximadamente el 15% del total de empleados del país.
A pesar de lo mencionado anteriormente, el comercio en primer lugar y los servicios en general, en segundo lugar, son el blanco predilecto cuando se trata de aumentar impuestos, tasas y contribuciones.
La carga que ejerce el sector público sobre los diversos agentes económicos a través del cobro de impuestos y tasas es un tema que está adquiriendo cada vez mayor relevancia y se está transformando en uno de los puntos más polémicos de la agenda política actual.
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) llevó a cabo, a pedido de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), un amplio, profundo y riguroso estudio con el objetivo principal de analizar y evaluar la carga o presión tributaria que sobre el sector comercio ejercen los sistemas tributarios nacional y subnacionales de Argentina.
El documento busca contribuir al debate público sobre la excesiva presión tributaria que existe hoy en el país y la heterogeneidad de la misma, donde sectores como el de comercio y servicios afrontan una carga mayor (ver estudio completo en www.cac.com.ar).
1. Comparación internacional de la presión tributaria:
Se realizó una comparación internacional de la presión tributaria con una serie de países seleccionados: España, Estados Unidos, México, Brasil (todos con organización política federal), y Uruguay y Chile (con organización política de tipo unitario).
Para llevar a cabo la comparación de la carga tributaria sobre el sector comercio, se analizaron tres casos de comerciantes con diferente estructura jurídica y niveles de ventas:
a) Contribuyente persona física (facturación bruta anual $ 1,2 millones). La presión fiscal, entendida como el porcentaje de ventas brutas que el contribuyente debe depositar a los fiscos para cumplir con sus obligaciones legales en carácter de sujeto pasivo, es del 8,46% en este caso. Este porcentaje es superior al de todos los países comparados, desde una carga fiscal del 8,06% en Estados Unidos al 4,36% en Chile.
b) Contribuyente persona física (facturación bruta anual $ 12 millones). En este caso la presión fiscal es del 10,46%. Es superior a la de todos los países comparados, excepto para Estados Unidos, donde la presión fiscal es del 10,98%. En este caso la menor presión fiscal es la de Brasil, con el 5,24%.
c) Contribuyente persona jurídica. Aquí la presión fiscal es del 10,68%. Es nuevamente superior a la de todos los países comparados, excepto para Estados Unidos, que es del 11,23%. En este caso la menor presión fiscal es también la de Brasil, con el 6,2%.
2. Carga tributaria subnacional
El Iaraf realizó un análisis detallado de la carga tributaria que ejercen las jurisdicciones provinciales y una muestra de los municipios más grandes de todo el país sobre el sector comercio.
* Carga tributaria provincial. Aparece aquí el impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB), un tributo sumamente distorsivo y que atenta contra la eficiencia económica. Asciende a un 3% sobre las ventas brutas para el comercio minorista y un 2,8% sobre las ventas brutas para el comercio mayorista.
* Carga tributaria municipal. La Tasa de Seguridad e Higiene (TSH) es un tributo que aplican los municipios del país que grava también el ejercicio de la actividad económica. En la mayoría de los casos analizados se cobra como un porcentaje de las ventas, funcionando como un IIBB.
* Carga tributaria conjunta a nivel subnacional. En promedio, un comercio debe soportar una carga tributaria conjunta del 3,1% sobre las ventas brutas netas de IVA, resultando de un 0,6% que corresponde a nivel municipal y de un 2,5% para el ámbito provincial.
3. Comparación entre sectores
* Carga tributaria provincial. El indicador de carga tributaria provincial promedio para el conjunto de actividades económicas asciende a un 1,63% de las ventas brutas netas de IVA, cifra inferior al indicador para el sector comercio, que asciende a un 2,5% (ver infograma adjunto).
* Carga tributaria municipal. El indicador promedio de carga tributaria municipal sobre el conjunto de la actividad económica asciende a un 0,6% de las ventas brutas netas de IVA, en el caso de municipios que cobran con alícuota, y a un 0,2% para el caso de los que cobran con montos fijos. Al igual que para el ámbito provincial, en ambos grupos de municipios la carga tributaria sobre el sector comercio supera a la del promedio de actividades.
* Carga tributaria conjunta. La carga tributaria global que ejercen provincias y municipios sobre el promedio de la actividad económica asciende a un 2,1% de las ventas brutas netas de IVA, correspondiendo un 1,6% a provincias y 0,5% a municipios, siempre hablando de promedios. Esta carga resulta inferior a la carga conjunta que soporta el sector comercio, que asciende a 3,1% en promedio.
Las estadísticas no hacen más que confirmar que el sector comercio es uno de los que más presión tributaria perciben. Esto, como contrapartida, estimula el posicionamiento del mercado informal, generando claras situaciones de iniquidad sobre aquellos comercios que pagan sus impuestos.