El escenario financiero está cambiando. Se juntan "el hambre con las ganas de comer": empresas locales con avidez de tomar deuda para ampliar sus negocios con la liquidez de fondos internacionales en busca de opciones más rentables.
Por primera vez desde el 2007 una compañía argentina volverá a colocar deuda en el mercado internacional. Se trata de la petrolera YPF, la compañía más grande del país, que saldrá a buscar en una primera instancia u$s 300 millones de manos de inversores internacionales a través de la emisión de obligaciones negociables (ON), si bien el plan global a mediano plazo contempla la toma de u$s 800 millones del exterior.
La iniciativa, anticipada por "El Cronista", se concretará en febrero, cuando se haya reabierto el canje de deuda que esta semana promulgó por ley el gobierno. Tendrá como objetivo financiar inversiones y capital de trabajo. Entre otras cosas, los fondos se destinarán a la ampliación y modernización de refinerías de La Plata y Luján de Cuyo, en Mendoza, donde la firma tiene en marcha un plan de desembolsos cercano a los u$s 750 millones.
La compañía busca dos grandes metas: atomizar su perfil de deuda y obtener una tasa de financiamiento menor a los dos dígitos, si bien el número final se establecerá en la compulsa internacional.
La decisión no sólo es de YPF, que será la punta de lanza de un grupo que espera la colocación. En ese lote se ubican algunas de las empresas más grandes de la Argentina, como la alimenticia Arcor, la agropecuaria Cresud, Irsa -dueña de shoppings y con fuerte participación en el negocio inmobiliario-, la financiera Tarjeta Naranja, Petroquímica Comodoro Rivadavia y Pan American Energy.