CARLOS BASTOS: "No se ve ninguna mejoría en el sector energético"
No anduvo con vueltas Carlos Bastos en la descripción de la crisis del sector energético. El ex ministro de Infraestructura y ex secretario de Energía de Menem comenzó con una de las claves de los males del área: tarifas muy atrasadas, que no cubren costos de prestación de servicios. "Se calcula que están a un tercio de esos costos". Asimismo razonó: "Hay una importante caída de la reserva y producción de gas. Se destinan recursos al sector energético que deberían ir cosas más específicas: salud, educación, etc".
Comienzo crudo, conclusión ominosa: "Lo peor es que no se ve ningún tipo de mejoría".
Bastos puso el acento en la evolución de los recursos destinados al sector de energía y transporte. Los famosos subsidios. "De $ 1.000 millones en 2002 estamos en $ 33.000 millones de energía y transporte, a lo cual -si le sumamos el subsidio al gasoil para agricultura- estamos en $ 40.000 millones".
Mostró otro indicador preocupante: la reserva de gas tuvo su pico en el 2000 con 777.000 millones de metros cúbicos y ha caído a 440.000 millones a fines de 2007.
¿Por qué se llega a esta situación? "El sector que estaba funcionando relativamente bien en el 2001 quedó atrapado en la crisis de 2001-2002, que se resuelve a través de la ley 25561, de Emergencia pública, que apuntó a un problema monetario. Esa ley -explicó- pesificó las tarifas de los servicios públicos, eliminó los mecanismos de indexación y dispuso la renegociación de los contratos de concesión en general y particular".
Así, dijo, las tarifas quedaron congeladas por siete años. Recién este año empezaron a dar aumentos.
Se dispara una especie de efecto dominó, porque "al congelarse las tarifas hay que intervenir los mercados mayoristas, si no las distribuidoras quedan ahogadas financieramente".
Y estas son las consecuencias, según Bastos: "crece la demanda (ahora en precios reales a un tercio de los valores de mercado del pasado) y hay una retracción de la oferta".
Así, "se dejaron de pagar costos de capital: nadie más invierte"
Aclaró que la tarifa tiene dos componentes: costos de capital y de operación de mantenimiento. "La pregunta es: si yo congelo las tarifas, ¿cuál de esas categorías de costos dejo de pagar? La respuesta es obvia: la de capital. Si al que invirtió con anterioridad no se le reconoce capital, ahora se corta todo el proceso de inversión. Si se corta el proceso de inversión, el gobierno se ve forzado a intervenir para buscar la capacidad y equipamiento, que lo va a estar poniendo la industria en general o el sector privado".
Entonces, el gobierno crea impuestos: "No siempre esos impuestos se trasladan a las tarifas. A veces son impuestos generales o fideicomisos para gasoductos. ¿Qué hicieron con los impuestos? Crearon la empresa del Estado Enarsa, la fondearon, usaron fondos fiduciarios para expansión de gasoductos, se usaron para gastos operativos..."
Para reconstruir al sector de la energía, el ex funcionario pide prestar atención a los proble
Mas de fondo, que a su juicio se logran con un cambio político en 2011. Propone:
* precios y tarifas al nivel de los costos económicos,
* sistema de precios con equilibrio del mercado (precios libres),
* esquema de subsidios transparente (a la persona, no a la actividad),
* normalizar entes reguladores,
* reestructurar contratos de concesión de distribuidores y transportistas,
* nuevos procedimientos en mercados mayoristas de gas y electricidad.
Para Bastos, los temas centrales son: estructura impositiva (no regalar transporte, energía), política migratoria y organización federal.
JORGE VASCONCELOS: "No habrá una recuperación que entusiasme"
Comienzo esperanzador en la disertación de Jorge Vasconcelos. Pero los nubarrones no tardaron en llegar.
El economista de la Fundación Mediterránea ve el año próximo una recuperación de cara al 2010. "Pero -advirtió- hay muchos limitantes; no es una recuperación que entusiasme".
En el contexto internacional, observa una reanimación muy heterogénea. Brasil, Corea y China. Mientras que otros países como México, Canadá y Sudáfrica salen de un modo leve. No obstante, países que son socios comerciales importantes del país (los que tienen una recuperación más rápida y fuerte: Rusia, India, Brasil, Corea y China), demandan productos que la Argentina produce, por lo tanto la tracción del sector externo es clave.
Advierte en paralelo el retorno de la debilidad del dólar. El efecto es positivo a través de la recuperación del precio de las materias primas que exporta el país.
De todas maneras, alerta que va a haber turbulencias", como el día en que China empiece a devaluar el yuan frente al dólar. O que la Reserva Federal empiece a subir las tasas de interés.
El telón de fondo -consideró el economista- es que los países que han tenido que hacer frente con más fuerza a esta crisis quedaron muy endeudados.
Añadió: "Vemos que el ritmo de crecimiento que traía Argentina tenía factores no genuinos como los subsidios a las tarifas o la expansión del gasto público. Advirtió que Brasil "nos sacará diferencias". Planteó otra señal de alarma: Argentina tenía en 2003 una gran capacidad ociosa, mientras que en el presente la tiene muy limitada y puntual, por lo tanto cualquier proceso de recuperación va a necesitar inmediatamente de nuevas inversiones".
Vasconcelos ve que, con los actuales fundamentos de la economía argentina, "tenemos para crecer una trayectoria del 3% o 3,5% anual porque la tasa de inversión está en el 20% del PIB y la productividad no da para crecer mucho más. Pero eso en un escenario donde la generación de empleo es débil.
Vasconcelos señaló que otro factor que va a incidir positivamente en 2010 "es el casi seguro aumento de la cosecha agrícola, por el cambio de las condiciones climáticas.
Dijo que "estamos viviendo un freno de la fuga de capitales: las reservas del Banco Central empezaron a aumentar moderadamente". No obstante, planteó que, para que este escenario se mantenga, "es clave un proceso de normalización financiera; que el gobierno pueda lanzar al mercado internacional bonos para recaudar plata fresca.
¿Cuáles son las condiciones para que Argentina cambie la situación? Dio pautas, como canalizar el superávit de los fondos de la Anses a inversiones productivas, en vez de destinarlos a bonos de baja rentabilidad.
Otro limitante que hay es la inflación, dijo. "Hay un círculo vicioso entre inflación y salario y no hay condiciones para cambiar". Adicionalmente, advirtió sobre el problema fiscal y la fuerte puja Nación-provincias.
Asimismo, "la Argentina tiene necesidad de financiamiento por 16 mil millones de dólares. Le estarían faltando 7,6 mil millones. Es decir que el tema del canje de los bonistas es clave. Pero si el gobierno tiene que recurrir al Banco Central, la trayectoria de la inflación se va a acelerar".
Estimó Vasconcelos que "si el gobierno logra financiación, el tipo de cambio estará planchado. Pero un tipo de cambio estable con una inflación del 15/17% genera problemas".
Finalmente, advirtió que el tema de los contratos y la seguridad jurídica es clave para la inversión. Y pidió un nuevo modelo: el de las economías regionales, pero con empleo genuino. Un modelo más integrado a Brasil, a Chile... al mundo".
ANAHÍ DE TAPPATÁ: "Dejamos de ser El Dorado de la Patagonia"
"No podemos estar tranquilos en la región". Anahí de Tappatá, investigadora del IERAL Filial Comahue demostró con cifras cómo el cuadro de solvencia financiera que siempre fue más alentador en esta región que en el resto del país se desdibuja. "Se acortan las distancias".
Actualmente, el promedio país es de $4.430 por habitante, el de Neuquén es de 3.310 y el de Río Negro 2.909, considerando depósitos líquidos del sistema financiero privado.
Tomó otro indicador, el de confianza del consumidor. La región tradicionalmente estuvo dos puntos por encima del país. "Pero entre junio y agosto de 2009 nos amesetamos".
¿Qué pasó con la venta de supermercados? "Los resultados a setiembre de 2009 muestran un aumento del 8,9% nominal interanual, y el país creció el 11%. Ahora, si comparamos el nominal de Neuquén con el índice de precios al consumidor del propio Neuquén, hubo un descenso del 5% en el volumen real de las ventas".
"Lo mismo empieza a ocurrir con el desempleo abierto", planteó. Considerando los segundos semestres de los años 2003 al 2006 y los segundos trimestres del 2007 al 2009, "la distancia que siempre tuvo Neuquén con menor desempleo del país, se fue reduciendo: primero una diferencia de -7,5 puntos, ahora +0,6 por encima del promedio del país".
"Tenemos -advirtió- tres indicadores que nos demuestran que dejamos de ser El Dorado de la Patagonia".
Hay otro cuadro inquietante: el fiscal. Sobre todo el de Río Negro, con retraso de obligaciones salariales.
Anahí de Tappatá recordó que Río Negro "está endeudada gravemente desde 1988. La gran oportunidad perdida fue en 1992 cuando se compensaron las deudas de Nación. Y fue en los años ´90 quizá la provincia que más utilizó el mecanismo de endeudamiento con el sistema financiero privado con garantía de la coparticipación.
Esto no ha cambiado". Hoy, en 2009, Río Negro tiene un gasto anual de $ 3.500 millones, un déficit proyectado de 126 millones ("es bajo en realidad") y un stock de deuda que supera el presupuesto anual.
"¿Ha tenido la provincia un problema de ingresos?", se preguntó. "Si los ha tenido, ha sido menos que otras provincias, que están menos endeudadas o sin deuda (La Pampa o San Luis), administradas con más responsabilidad fiscal". Ejemplo: la sumatoria de recursos propios, más los derivados de la coparticipación nacional para Río Negro en 2007 da un total de $3.855 pesos por habitante. La provincia de Buenos Aires tiene $1.878 per cápita por esos mismos conceptos y el promedio total del país es de $2.702.
Rememoró también que los salarios públicos rionegrinos se ajustaron, como los del sector privado. Tomando base diciembre de 2004, explicó que la evolución de los salarios testigo de los rurales, deflactado del indice de precios de Neuquén, da una variación real del 20% por encima de la inflación; el del empaque del 19% y el de los empleados públicos de Río Negro del 60% (haciendo la salvedad de que rurales y empaque ya habían tenido un aumento a la salida de la convertibilidad; es decir, la base era más alta que la de los empleados públicos). "De todos modos, la suba del sector público fue por encima de la inflación".
¿Cual puede ser la magnitud del problema de retraso de pagos? "Muy fuerte en el sector doméstico, de servicios y de comercio".
Hizo notar, adicionalmente, que el año termina para esta zona "con muchos problemas, sobre todo cifrados en la puja distributiva de la temporada frutícola 2010. Y no terminó la del 2009. Habrá una situación compleja donde la serenidad de todas las partes va a tener que primar. Es que se trata del negocio de todos".