Hace sólo un par de meses, se podían ver largas colas frente a las ventanillas de los bancos y financieras de la city porteña para comprar dólares. Hoy este escenario vuelve a repetirse pero ahora para vender dólares. Dependiendo de la entidad, hay bancos en donde al final de las jornadas, las compras de dólares superan holgadamente sus ventas. Todo indica -como venimos señalando hace tiempo en esta misma columna- que la paridad cambiaria no tendrá grandes variantes hasta fin de año.
Este cambio que se observa en la tendencia de los pequeños inversores se da por:
- La venta de dólares son, en algunos casos, para pagar gastos puntuales. La cantidad que se vende es lo justo y necesario, para afrontar la suba de costo de vida o gastos propios de fin de año.
- Desde principios de año existió una sobredolarización de cartera por falta de confianza en el gobierno y hoy muchos se están deshaciendo de los billetes que fueron adquiriendo en la primera mitad del año.
- En lugar de cancelar el plazo fijo en moneda local, los pequeños inversores prefieren venden sus dólares y se hacen de pesos para llegar a cubrir sus gastos.
- Y también están aquellos que apuntaron a un cambio de cartera frustrados de esperar aquel dólar "prometido" por encima de los cuatro pesos que muchos analistas pronosticaban a principios de año. Con tasas entre el 12% y 15% para plazos fijos por encima de los 100.000 pesos, muchos optaron por salir del billete verde como inversión de corto y mediano plazos. Esto último está avalado por un reciente informe elaborado por el Banco Central en el que se señala que los plazos fijos en pesos crecieron un 5% entre octubre y los primeros días de noviembre y ya alcanzan los 64.000 millones, recuperando los niveles de hace un año atrás. Entretanto, las colocaciones a plazo en moneda dura cayeron el mes pasado por primera vez en el año.