La situación fiscal del gobierno es cada día más complicada y el panorama empieza a pasar de castaño oscuro, ya que la presión tributaria se va a incrementar notablemente en los próximos meses. Esto podría hacer peligrar las estimaciones de una mayor recuperación económica para el próximo año.A la falta de financiamiento y de control sobre el gasto público se le suma una recaudación tributaria que no está logrando la performance esperada y todo indica que los ingresos fiscales van a seguir siendo insuficientes frente a los requerimientos de los estados nacional y provinciales.El cóctel en el balance final de las cuentas del Estado resulta altamente explosivo. Una actividad económica que sigue mostrando lentitud para recuperarse de la crisis, un consumo de la población más bajo y acotado, un gasto público que parece no tener techo y las presiones salariales sobre la inflación hacen que el contexto macro para el 2010 sea más oscuro de lo que se pensaba hasta hace poco tiempo.De allí que la gestión K entrara en un vorágine fiscal mediante la cual busca evitar a rajatabla hablar de ajuste pero que en los hechos concretos se empieza a parecer bastante a los programas de la década del noventa.Y lo peor de todo es que el ajuste recae sobre los asalariados.
Así como en la década del noventa se aplicó la teoría de la reducción del déficit fiscal vía menores salarios en el país, tanto en la administración pública como el ámbito privado, ahora la historia se repite.
Se avecina un fuerte ajuste fiscal para el 2010
Frente a un gasto creciente y en muchos casos sin el respaldo necesario el año entrante promete ser bastante complejo para las distintas administraciones de gobierno.
Y se repite en función de las últimas decisiones adoptadas por el Poder Ejecutivo, como la ratificación del ajuste tarifario y el fuerte aumento que se promueve a través del proyecto de ley de modificación del monotributo, un punto central que deberá resolver el Congreso.En el primer caso, se volvió a implementar el ajuste en las tarifas de los servicios públicos, con aumentos que alcanzan hasta el 300%.En los últimos días las asociaciones de consumidores volvieron a la carga para dejar sin efecto ese verdadero tarifazo, aunque se presume que hasta que no se concrete la renovación parlamentaria no habrá novedades al respecto.En la electricidad ocurre lo mismo, con incrementos –según los consumos y las regiones del país– que van del 100 al 250%.De esta manera, la población va a seguir padeciendo la reducción de su poder adquisitivo a causa de este nuevo ajuste de tarifas, lo cual ya está impactando en la economía real.Pero a la vez, y como postre, hace quince días el gobierno nacional presentó con el título de un proyecto de supuesta modificación un nuevo ajuste en el monotributo.El punto central de este proyecto, tal como fue enviado por el gobierno al Poder Legislativo, contempla un notable ajuste del 85% en el esquema del monotributo para las categorías más bajas.La realidad de los últimos dos años ha demostrado que cada vez son más los contribuyentes que se pasan al monotributo; es más: se estima que hacia fin de año habrá alrededor de 1.300.000 monotributistas.Por el contrario, en el régimen general –es decir, el de los autónomos que deben pagar IVA y Ganancias– el porcentaje de aportes se reduce mes a mes.De acuerdo con la iniciativa del Ejecutivo, este proyecto de ley prevé aumentos superiores al 80% para las dos categorías más bajas, en las cuales está ubicada una masa de 700.000 inscriptos. A su vez, amplía el alcance del régimen para las locaciones de servicios de 72.000 a 200.000 pesos por año y para el resto de las actividades de 144.000 a 300.000 pesos.El objetivo central del Ejecutivo es que el nuevo régimen se apruebe rápidamente y entre en vigencia a partir del 1º de enero de 2010, aunque eso está en duda.Lo que resulta elocuente es que con este nuevo monotributo se está promoviendo un mayor ingreso por un fuerte ajuste en las categorías bajas, en tanto que se amplía el universo de nuevos contribuyentes para que ingresen en este sistema.Sin duda el ajuste es muy severo y es factible que muchos legisladores objeten semejante aumento, por lo que se espera un arduo y complicado debate al respecto.Pero esto no ocurre sólo a nivel nacional. En las provincias también se está imponiendo un notable ajuste de impuestos para paliar el déficit fiscal. (Ver aparte) Es el caso de la provincia de Buenos Aires, con fuertes incrementos en tributos como rural, urbano y de sellos.Lo mismo ocurre en Córdoba, donde también hay incrementos en las alícuotas del impuesto inmobiliario, mientras que en Santa Fe se elaboró un proyecto para aplicar un controvertido impuesto a la herencia.Como se puede apreciar, el panorama fiscal se presenta bastante complejo, y tanto la Nación como las provincias deberán ser sumamente precavidas en la utilización de los pocos fondos disponibles.
advierten sobre el grave déficit en las provincias
En la última semana diversas consultoras económicas han formulado sendas advertencias acerca del déficit en las cuentas públicas provinciales como consecuencia de una caída de la actividad económica, con su consiguiente baja en la recaudación fiscal, y un aumento del gasto que continúa sin techo.Sobre esta problemática, la consultora Economía & Regiones, dirigida por el economista Rogelio Frigerio, resalta que la situación fiscal de los estados del interior del país se agrava mes a mes y señala que una de las amenazas latentes es la emisión de cuasimonedas. En cuanto al balance las cuentas, el estudio advierte que el déficit de los números fiscales oscilará este año entre el 1,2 y el 1,4% del PBI.En la misma línea emitió su advertencia la consultora Abeceb, que dirige el economista Dante Sica. En su último trabajo estima que las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires finalizarán el ejercicio 2009 con un déficit global, incluyendo el pago de intereses de deuda, cercano a los 16.000 millones de pesos, lo que representa el 1,4% del PBI. “Ya hay siete provincias que presentan un déficit financiero acumulado en el año”, puntualiza el trabajo de esa consultora. El mismo señala que el más elevado es el de la provincia de Buenos Aires, basándose en datos oficiales de ese distrito, y acota que el déficit financiero acumulado en el año es de 1.940 millones de pesos.El trabajo no hace una mención alarmista con respecto a la región; incluso destaca a Neuquén como una de las pocas provincias con resultado positivo con 360 millones de pesos. Paralelamente, realiza otra advertencia sobre las cuentas de Santa Cruz, con un rojo de 570 millones de pesos, y de Santa Fe, con un déficit de 440 millones de pesos.
Asimismo, con respecto a las erogaciones agrega que en la mayoría de las jurisdicciones aquéllas crecen por encima de los ingresos, excepto en Neuquén, Entre Ríos y Santiago del Estero.