La situación no es tan sencilla como muestran los números oficiales. Esta semana el Congreso comenzará a tratar en profundidad el proyecto de presupuesto del año próximo.En principio, todo parece indicar que el gobierno nacional comienza a tomar conciencia de la crisis económica y de la necesidad de mantener el superávit fiscal para poder continuar por la senda del crecimiento. Con esta premisa, la administración Kirchner envió un presupuesto con un aumento del 12% en los gastos para todo el año contra un 26% de este año respecto del ejecutado del 2008. Pero ¿quién garantiza que se cumpla lo que dice el presupuesto?Sobran antecedentes sobre desmanejos presupuestarios. Hacia fines del 2007, con Miguel Peirano al frente de Economía, el entonces presidente Néstor Kirchner envió un proyecto de presupuesto para el 2008 con gastos por 161.000 millones de pesos.
El cierre del año pasado –con CFK al frente del Ejecutivo– terminó con un gasto consolidado de 193.000 millones de pesos. Es decir que el Estado terminó erogando alrededor de 32.000 millones de pesos más de lo presupuestado. El mismo esquema se vio en ese período con los ingresos; el gobierno subestima recursos para poder luego disponer arbitrariamente de ellos. Este año, con los números aún abiertos, se advierte una tendencia similar aunque la crisis económica compensó parte de los desvíos. En el 2010 el problema más grave que enfrentará el gobierno será la recomposición del superávit fiscal primario, que se desplomó de algo más de 36.000 millones en el 2008 a cerca de 3.000 millones de pesos reales proyectados para el cierre del 2009. Es decir que carece de poder de fuego para hacer frente a compromisos externos e internos.
Sigue siendo complicado el escenario fiscal en el país
Para este año se espera un superávit real por $ 3.000 millones. La cifra representa sólo el 8% del consolidado del 2008. Con ayuda de los bancos Central y Nación se llega a los $ 10.000 millones. Computando las transferencias del Banco Central y del Banco Nación al Tesoro, este año el gobierno terminará con un superávit “dibujado” del orden de los 10.000 millones de pesos. La cifra representa sólo el 40% de los intereses de deuda a los que tuvo que hacer frente el Estado ante los acreedores externos e internos. Todo este escenario de desplome del ahorro primario, con un récord histórico sobre la presión tributaria que en el 2010 llegará al 28,53% en relación con el PBI (ver infografía).
Datos claveUn reciente estudio del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) detalla los puntos más importantes del presupuesto.
• Las principales partidas de erogaciones se relacionan con las prestaciones de la Seguridad Social (con un 35,5% del total del presupuesto) y con las transferencias corrientes (que se llevan el 25%). Estas últimas incluyen, entre otras, las asignaciones familiares, los subsidios y las becas otorgados por distintos programas, así como también las transferencias a universidades nacionales y a los gobiernos provinciales. Las remuneraciones (sueldos públicos) e intereses de la deuda son los rubros que siguen en importancia, con participaciones del 11,4 y del 9,7% respectivamente.
• El incremento más importante del gasto se encuentra en las prestaciones de Seguridad Social, lo cual se vincula con los aumentos otorgados en el 2009 a través de la Ley de Movilidad de las Prestaciones Previsionales. Debe destacarse que, al igual que las demás variaciones, el aumento de casi un 18% en términos nominales se reduce a algo más del 10% cuando se deduce el efecto de la inflación prevista para el 2010. Este rubro resalta también por ser el que más aumenta en términos de su participación en el gasto total, con casi dos puntos porcentuales por encima del correspondiente a este año.
• Un aspecto interesante es que las transferencias a empresas privadas (equivalentes al 23% de las transferencias corrientes totales) presentan una leve caída, lo cual según el mensaje de elevación del proyecto de ley de presupuesto 2010 se origina “en la reducción de los recursos destinados al sostenimiento de las tarifas eléctricas”, que no llega a ser compensada por el incremento de otras partidas. Los montos destinados alcanzan los 15.800 millones de pesos.
• Por otra parte, también resulta importante marcar el aumento de las transferencias a fondos fiduciarios, que crecen casi un 50% en términos reales. Esta suba se vincula con el fondo fiduciario del Sistema de Infraestructura de Transporte, mediante el cual se canalizan los subsidios a la tarifa de transporte automotor de pasajeros.• Los gastos de capital, que representan el 13,5% del presupuesto, mantienen prácticamente constante su participación respecto del año anterior y presentan una suba del 6,2% en términos reales.
• Pese a la crisis actual, el proyecto de ley de presupuesto prevé un incremento en la presión tributaria. Para el 2010, dicho indicador alcanzaría el récord del 28,3% del PBI, valor al que habría que adicionar la presión tributaria provincial y municipal para obtener la presión tributaria total.
• El proyecto prevé además un leve cambio en la estructura tributaria respecto del 2008. La principal modificación que se evidencia es el incremento en la importancia de los ingresos provenientes del sistema de Seguridad Social por la estatización del sistema de jubilaciones realizada a fines del año pasado. Dichas contribuciones y aportes pasan de representar el 19% del total de la recaudación en el 2008 a explicar el 25% en el 2010. Impuestos como Ganancias pierden participación.
los datos que no cierran en el presupuestoNada garantiza que los números del proyecto de presupuesto vayan a cumplirse. Está prevista una fuerte desaceleración del gasto público: crecería un 12%, o sea, mucho menos que la tasa cercana al 30% a la que vino haciéndolo en los últimos años. Claro que, como siempre, las cifras no computan alzas en los salarios de los empleados públicos.También hay otro supuesto grande cuando se proyecta un aumento en los ingresos del 17% contra el actual 11%. Y una enorme sojadependencia: según el cálculo, los recursos por las retenciones –pura soja– subirían nada menos que un 35% el próximo año.Por lo demás, los “dibujos” tradicionales de la administración Kirchner: inflación del 5,6% para este año y del 6,1% en el 2010. Es, desde luego, la que emana del intervenido Indec y no el 15 % real que anotan los consultores privados. Una inflación efectiva mayor mejorará de hecho los recursos fiscales, y con esta herramienta el gobierno pretende subestimar los ingresos para el año que viene.El mismo “dibujo” se observa con el dólar promedio de $ 3,95 para el año próximo. En una versión luego corregida en la Casa Rosada, el ministro de Economía había fijado $ 4,20 por dólar. Un tipo de cambio real previsiblemente mayor a $ 3,95 ampliará las utilidades del Banco Central que van al Tesoro Nacional, tal cual sucederá con los ajustes del 2009. En definitiva, el gobierno aplica el maquillaje necesario para contar con disponibilidad de recursos que no estén bajo control de otros poderes. De esta manera puede manejar la “caja fiscal” para contar con partidas a su disposición.