Y todo ocurre a un año de la crisis que desató la quiebra de Lehman Brs. en el mercado financiero internacional.
La mejora externa se trasladó en las últimas semanas al mercado financiero local y comienza paulatinamente a materializarse en la economía real. Varios operadores emitieron informes a sus clientes elevando las perspectivas para la Argentina. Los principales papeles del Merval registraron saltos importantes, dando cuenta así del buen ambiente de negocios que existe hoy en la plaza. Sin embargo, persiste el clima adverso a consecuencia de algunas medidas políticas tomadas por el gobierno que frenan una rápida recuperación económica. (Ver recuadro)
Otra señal clara de esta mejora es el boom de los títulos públicos. En los últimos sesenta días repuntaron en promedio cerca del 38%. Esto presiona a una baja en las tasas que termina trasladándose al costo financiero que pagan las empresas.
Al mismo tiempo, en los últimos 30 días la fuga de capitales pasó de reducirse a virtualmente revertirse, con el ingreso de algunos fondos del exterior en busca de oportunidades en el país. Muchos de estos dólares se destinaron a bonos y acciones.
Asimismo, el dólar se mantiene estable en 3,86 pesos desde mediados de agosto y esta semana bajó un centavo; el Banco Central compró unos 300 millones de dólares en la semana para que no cayera aún más. Con este escenario, el BCRA emite pesos y remonetiza la economía, aceitando el engranaje del nivel de actividad, una de las patas del modelo económico K. La debilidad de la divisa estadounidense quita presión al tipo de cambio y arrastra a la baja el riesgo país, que terminó por debajo de los 750 puntos el viernes.
Estas buenas noticias -estabilidad en el dólar, suba de las acciones, baja de tasas, bonos en alza y caída del riesgo país- no dejan de ser señales de confianza y optimismo de los operadores financieros en la economía que viene.
Pero estas variables pueden cambiar de tendencia de un día para el otro ya que son las que manejan las expectativas de corto plazo de los operadores del sistema financiero. Consolidándose en el tiempo, aparece el derrame de estas buenas nuevas sobre la economía real. ¿Qué queremos decir con esto? Que para el desarrollo de un país es importante la confianza en el corto plazo pero más aún (y casi imprescindible) en el mediano y el largo plazo.
Las variables que repuntaron en el mercado en los dos últimos meses han sido "financieras", efímeras; ayudan a sostener el crecimiento económico pero no son definitivas para consolidarlo. Para ello se necesita la "pata" política.
lgunos indicadores muestran que el país tiene la posibilidad de remontar nuevamente su economía. El viento de cola externo aparece como la variable más importante para poder recobrar la senda de crecimiento; los "ruidos internos", entre las limitantes a considerar.
El titular del FMI les restó importancia a las previsiones de algunos analistas que pronostican una segunda recesión mundial. "Ya hemos dejado atrás la peor parte de la recesión, pero la recuperación será gradual. Nuestro escenario principal no proyecta una recesión con dos recaídas. La economía global cobrará impulso hacia fines de este año y en el 2010", sostuvo Dominique Strauss-Kahn, titular del FMI. En esta misma línea, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo esta semana que la peor recesión ya concluyó pero que la recuperación sería lenta y tomaría tiempo generar nuevos empleos.
Los indicadores bursátiles emiten señales de euforia y la Argentina no queda fuera de este escenario. Variables macro avalan la posibilidad de un repunte en el crecimiento.
Si bien los indicadores financieros del país están retomando la senda positiva, los operadores del mercado aseguran que el viento de cola externo puede chocar con la política interna implementada desde el gobierno K. "Los dólares que están ingresando siguen orientándose a opciones de corto plazo: bonos y acciones preferentemente y, en menor medida, propiedades", confió un ejecutivo de una consultora local. Los problemas "autóctonos" de la Argentina siguen estando y pesando: la falta de financiamiento genuino y una tasa de inflación relativamente alta pueden complicar el escenario económico.
Javier Lojo
jlojo@rionegro.com.ar