l oro alcanzó esta semana los precios máximos de los últimos 18 meses, algo que los analistas atribuyen a la debilidad del dólar frente a otras monedas fuertes a nivel mundial. Al mismo tiempo, se prevé que el dorado y ahora codiciado metal siga avanzando debido a las compras que están haciendo los inversionistas. A este ritmo el oro podría superar su máximo histórico -establecido en 1.030 dólares la onza- si el dólar sigue debilitándose, dijeron operadores.
Afshin Nabavi, jefe de operaciones comerciales en MKS Finance en Ginebra, dijo que "atravesamos los 1.015 dólares, por tanto deberíamos probar los máximos previos. Son las divisas las que comenzaron el juego, pero parece que aún no termina".
Philip Klapwijk, director general de GFMS, dijo que "en conjunto seguimos en disposiciones favorables para los precios a mediano plazo, porque es fuertemente probable que la monetización de la deuda y unas tasas de interés superbajas, en particular en Estados Unidos, terminen por alimentar la inflación".
Por su parte, el inversor Jim Slater, anteriormente vicepresidente de Galahad Gold Plc., indicó que "se ha imprimido dinero masivamente. La inflación vendrá detrás pronto y podría haber un atisbo de hiperinflación, lo que será muy buena noticia para el oro".
Para Greg Gibbs, del Royal Bank of Scotland Group Plc., "las razones para poseer oro como inversión tienen sentido. Es una cobertura contra la pérdida de control por parte de los responsables de las políticas fiscal y monetaria".
excelente protección
Las preocupaciones en torno a la perspectiva económica y la salud del sistema financiero han reforzado el atractivo del oro como un refugio.
"El oro representa una excelente protección a mediano y largo plazo contra las tendencias inflacionistas", dicen por estos días los analistas.
Los pronósticos a mediano plazo hablan de un incremento en la cotización del metal, porque la recesión desatará un caos, indicaron diversos operadores.
El interés en productos de inversión en oro más pequeño como las monedas y las barras de oro ha aumentado debido a que la creciente volatilidad en los precios de otros activos apuntala el atractivo del lingote como refugio.
Desde que en el 2001 el precio de la onza de oro se cotizara en unos 256,60 dólares, ha encadenado ocho años de subas y multiplicado por cuatro su valor.
En los últimos meses los inversores han optado por el oro ante la escalada de la crisis financiera, el desplome del dólar y los temores de un alza de la inflación.
Para algunos analistas "la combinación de un debilitamiento del dólar y de las crecientes expectativas inflacionarias sería la tormenta perfecta para el oro".
El crecimiento de la inversión en oro debido a la caída del dólar y a los temores inflacionarios probablemente contrarreste este año un declive en la compra de joyas, lo que conducirá a un aumento de la demanda total, dijo la consultora GFMS.
En una actualización de su informe sobre el oro del 2009, la compañía precisó que prevé que el consumo global de oro se incrementará este año en un 3,7%, a 4.003 toneladas, y que detrás del aumento estaría principalmente un salto de la inversión neta implícita a 1.340 toneladas desde 232.
GFMS espera que la inversión implícita, que incluye áreas como la compra de inversores en fondos negociados en bolsa con respaldo en oro, represente cerca de un tercio de la demanda de este año.
La producción de las minas, el factor más importante del suministro, alcanzaría este año las 2.502 toneladas, frente a las 2.414 del 2008.