Unos aprueban, otros ejecutan. Una gran incertidumbre se advierte con respecto al proyecto de presupuesto para el próximo año. La situación es inédita ya que ese proyecto será tratado por el actual Congreso pero la ejecución del mismo comenzará con otra gestión parlamentaria. El punto central es cómo se puede trazar un horizonte estable en materia de gasto público, de inversión pública y de ingresos cuando diversos aspectos de ese proyecto podrían ser modificados luego del 10 de diciembre.
"Nosotros creemos que no va a haber muchos cambios. En realidad, es difícil que se hagan modificaciones, más allá de algo puntual", señaló un importante funcionario de Economía.
Los lineamientos básicos quizá sean motivo de revisión. El puntapié inicial de esto sería la estimación del índice de precios al consumidor, que el gobierno calcula en 6,1% para el próximo año, una cifra notablemente baja. El tipo de cambio es otra cifra que podría ser revisada.
Continúan las sorpresas. Las cifras del Indec siguen causando sorpresas.
Ya no es tan sólo el número de la inflación el que está en el ojo de la tormenta; en los últimos días han surgido más polémicas con respecto a otros indicadores del organismo oficial. Éste es el caso de la actividad económica, rubro en el que el Indec registró en el segundo trimestre de este año una baja del 0,8% en forma interanual.
Sin embargo, son varios los analistas que coinciden en señalar que en el segundo trimestre de este año la economía registró una caída real del 2 al 4 por ciento.
Otro tanto ocurre con los guarismos que se difundieron acerca de la inversión.
Para el organismo oficial, la inversión interna bruta fija cayó un 10,7% en el segundo trimestre.
En ese punto, diversos especialistas coinciden en que con semejante crisis externa y la indudable recesión interna la inversión mostró un retroceso real del orden del 14 al 16%.