Sin dudas el "error" del gobierno nacional al enviar más de 200 inspectores de la AFIP a las distintas empresas del Grupo Clarín, como parte de una estrategia intimidatoria, no deja de ser una de las formas de demostrar poder del matrimonio Kirchner. El ex presidente, quien aparentemente autorizó la ofensiva fiscal sin previo aviso a su lugarteniente, Ricardo Echegaray, actuó en forma compulsiva en medio de la discusión que se está llevando a cabo en el Congreso sobre la nueva de ley de Medios. Con este tipo de arbitrariedades y un clima de negocios totalmente negativo, quién puede pensar en invertir en la Argentina. Sólo los amigos del poder tienen garantías.