El economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Olivier Blanchard, aseguró el miércoles pasado que la economía mundial está empezando a recuperarse de la peor crisis desde la II Guerra Mundial pero que la recesión vivida en estos meses dejará "profundas cicatrices" que afectarán a consumidores y empresas durante años.
"La recuperación ha comenzado", ha asegurado Blanchard desde Washington.
A pesar del crecimiento que experimentarán las principales economías, el FMI considera que no será suficiente para reducir el desempleo, que alcanzará sus máximos en algún momento durante el año que viene.
"La recuperación no será simple", avisa Blanchard, que cree que el consumo de Estados Unidos, que es el 70% de su economía, no volverá en el corto plazo a los niveles anteriores a la crisis.
En este contexto, y con los consumidores estadounidenses no tan dispuestos a gastar, los socios comerciales del gran mercado del Norte tendrán que hacer un ajuste. China juega de nuevo un papel esencial gracias al apetito consumidor que presenta su economía.
El optimismo, matizado, del FMI se une a los buenos datos que vienen de Alemania y Francia, donde la confianza se recuperó notablemente en agosto con datos positivos para el segundo trimestre.
Japón se unió también al selecto club de países que cerraron oficialmente el capítulo de la recesión: su PBI creció un 0,9% en el segundo trimestre, lo que supone un avance interanual del 3,7%. La clave de la recuperación japonesa es precisamente el empuje de sus vecinos. Eso ha permitido el crecimiento de las exportaciones en un país extremadamente dependiente de sus ventas al exterior. (AP)