Finalmente, y como era de esperar, todos los contribuyentes acabarán subsidiando a las empresas del fútbol argentino para que puedan mantenerse en el mercado. En la foto de la AFA faltó Guillermo Moreno, para terminar de entender en qué consiste esta nueva intervención del Estado. Es fácil tomar estas decisiones con el dinero de terceros. Pero también es impúdico gastar 600 millones de pesos para "recreación" cuando la pobreza en el país llega al 40%, la desocupación comienza a golpear de lleno al sistema y la falta de viviendas es el nuevo flagelo del siglo XXI para nuestra sociedad. En todo el mundo el fútbol es una actividad rentable. Aquí vamos a contramano de la realidad.