La industria automotriz argentina no pasa por su mejor momento. La producción cayó otro 13% interanual en junio y llevó su oferta a sólo 44.527 unidades, en su octavo mes consecutivo de retroceso, tal como lo señalan los informes de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa). En el primer semestre del año, la fabricación de vehículos acumula una caída del 31%, con una oferta de 196.106 unidades.
Pese a que la mayor parte de los datos macroeconómicos de la actividad muestra signos negativos existe la ayuda de Brasil, que permite sostener los niveles de venta en determinados segmentos de la actividad. Así lo refleja un reciente informe elaborado por la consultora Abeceb.com en el que se destaca que esta performance del mercado brasileño está ayudando a mitigar la caída de las ventas de vehículos argentinos, máxime teniendo en cuenta que se trata del principal destino externo.
Gracias a medidas de desgravación impositiva y, en menor medida, de apoyo financiero, los patentamientos en el vecino país acumularon en el primer semestre del 2009 un crecimiento del 3% respecto de igual período del 2008. Y esta mayor demanda llegó también para la industria argentina, ya que sus exportaciones hacia ese destino pasaron de caer un 37% en el primer trimestre a crecer el 11% en el segundo.
A nivel nacional, las ventas siguen en picada.
Si bien el gobierno central intenta poner "paños fríos" al tema señalando que tanto en Estados Unidos como en Europa la situación es mucho peor, con caídas de hasta el 50% en las ventas, existen también otros ejemplos como es el caso de Brasil, donde la industria recuperó su nivel de actividad y la producción volvió a crecer.
¿Por qué crece en Brasil y no en la Argentina?
Tres son las causas que se pueden predeterminar a la distancia, con la crisis internacional tocando un piso y en vísperas de una recuperación.
- La primera de ellas es la confianza. El vecino país no pone ningún tipo de trabas para las inversiones ni interviene en el mercado, salvo en los casos en que esto se justifique económicamente. Los inversores saben a ciencia cierta qué pasará cada vez que destinan un dólar en Brasil. En la Argentina no existen garantías para las inversiones de mediano y largo plazo y, sin inversiones, la industria no puede desarrollarse.
- El segundo punto guarda relación con los estímulos que dieron uno y otro gobierno para sortear la crisis internacional. En Brasil las medidas básicamente se concentraron en la reducción de la alícuota al Impuesto a Productos Industrializados (IPI) -el gravamen que más pesa sobre el sector-, la disminución de la tasa de interés sobre los créditos cedidos a las industrias y la oferta de préstamos blandos para el consumidor. Todo fue puesto a disposición de las partes y sin traba burocrática alguna. En la Argentina, los intentos de estímulos se basaron en grandes planes de consumo que consistían en la triangulación de dineros públicos al sector privado, con tramitaciones burocráticas que impidieron una verdadera reacción de la demanda.
- Y el tercer punto es la expectativa que existe desde afuera respecto de una economía y otra. Brasil, sin dudas, se perfila como el país de referencia para América Latina no sólo por la escala económica que representa sino también por las políticas activas del gobierno, que garantizan reglas de juego claras y seguridad jurídica para los próximos años. Argentina, lamentablemente, todavía está muy lejos de lograr esa performance.
Producción brasileña
El estudio de Abeceb.com detalla en uno de sus capítulos que el récord de producción y ventas de vehículos que alcanzó Brasil en el 2008 no estuvo exento de sufrir el impacto de la crisis mundial en el último trimestre de dicho año.
A pesar de haber alcanzado por primera vez en materia de venta de vehículos nuevos un número superior a los 2,82 millones en el 2008, entre octubre y diciembre pasados se observó primero un marcado impacto que luego se tradujo en reducciones interanuales a niveles de dos dígitos, tanto en esa variable como en la producción.
Pero en los primeros seis meses de este año el mercado de vehículos nuevos en Brasil no sólo compensó la caída inicial sino que acumuló un alza del 3% respecto de igual período del 2008. Incluso, en los primeros 15 días de julio se mantenía el dinamismo de los patentamientos en Brasil, con un crecimiento del 8%. Tras una fuerte merma en los primeros meses del año, las exportaciones argentinas hacia Brasil recuperaron su nivel, gracias a lo cual en ese país se colocó más de la mitad de la producción local de vehículos.
Si se analiza lo ocurrido con las exportaciones de vehículos por destino, la cantidad de unidades enviadas a Brasil durante el primer semestre del 2009 se redujo en apenas un 9,6%, mientras que la caída en los envíos al resto del mundo llegó casi al 70%.
El estudio remarca en este sentido que el optimismo que genera la demanda brasileña no debe hacer perder de vista una situación preocupante para la industria automotriz argentina: la conjugación del desplome de la demanda externa y los pasos hacia atrás en materia de competitividad, que erosionan los avances logrados en los últimos años en la diversificación de destinos de exportación.
Un semestre para el olvido
La primera mitad del año no dejó mucho margen para el análisis en las concesionarias de la región; más bien corroboró un dato que ya se manejaba a finales del 2008: que el mercado se iba a endurecer para las ventas de autos cero kilómetro.
Los datos del semestre muestran que en Neuquén y Río Negro se comercializó un total de 9.772 vehículos nuevos -incluidos automóviles, comerciales livianos y comerciales pesados- en el primer semestre. Esto habla de una caída del 25% en el volumen colocado en esa parte del año cuando se compara con las 12.968 unidades que se habían vendido en similar período del 2008.
La falta de ventas se hizo sentir con más fuerza en la plaza neuquina, que pasó de colocar 8.067 unidades entre enero y junio del 2008 a 5.804 en la actualidad, con una baja del 28%. En Río Negro las cifras pasaron de 4.901 unidades en el primer semestre del 2008 a 3.968 en el de este año, con una caída más moderada del 19%.
Un dato alentador en medio de esta debacle estuvo dado por que las cifras de junio de este año mostraron una recuperación respecto del mes inmediato anterior. En Neuquén, por ejemplo, se vendieron 808 unidades del segmento automóvil/comercial liviano, cuando en mayo se habían colocado 760. El incremento fue del 6%. Río Negro tuvo una evolución similar: pasó de 611 unidades vendidas en mayo del 2009 a 644 en junio, con un aumento del 5,4%.
Este comportamiento del mercado podría ser un indicio de que la tendencia negativa de la primera parte de este año estaría revirtiéndose para consolidarse en la segunda mitad. Para que esta evolución se afiance será fundamental una recuperación del crédito bancario con tasas más accesibles, algo que difícilmente ocurra en el corto plazo.
Javier Lojo
jlojo@rionegro.com.ar