Pese a las presiones ejercidas desde el gobierno a través del Banco Central y a los llamados directos de Guillermo Moreno a las entidades financieras, las tasas de interés activas en el sistema treparon la semana pasada por encima del 45% anual en promedio, lo que muestra un crecimiento de hasta el 50% respecto de los valores de principios de año.
La fuerte suba (más de 10 puntos) se dio esta semana en el contexto de los días previos a las elecciones. La incertidumbre y la falta de liquidez en el sistema llevaron la tasa activa a niveles incompatibles con cualquier actividad productiva.
Descubiertos, venta de documentos y tarjetas de crédito perforaron, en la mayoría de los casos, el techo del 45% anual de interés esta semana.
Pero no todo el sistema va hacia arriba. Contrariamente a lo que se esperaba, los bancos no modificaron las tasas pasivas en sus pizarras. Continúan manejando tasas del 10 al 14% anual para plazos fijos a 30 días en pesos.
Esto se debe al alto fondeo que tienen las entidades financieras en este momento, lo que no les exige pagar tasas altas para comprometer los ahorros de los inversores. Para intentar compensar estos desfases y calmar los nervios del gobierno, los bancos salieron a ofertar los tradicionales créditos para pymes -inaccesibles para la mayor parte de ellas- a tasas del 14% anual en pesos.
El problema de las empresas hoy es salir de la coyuntura generada por la falta de liquidez existente en el mercado producto de una caída en los niveles de actividad. Los préstamos que hoy los bancos ofrecen no pueden ser tomados por las empresas porque no cumplen con los requisitos que exigen las entidades. (R. C.)