La retracción del consumo se profundizó desde el último trimestre del 2008 como consecuencia de la crisis financiera global. La población de la Argentina trató de gastar menos con las tarjetas de pago para reducir los niveles de endeudamiento y privilegió la cancelación de sus obligaciones.

En el país circulaban a fines de marzo último alrededor de 28 millones de tarjetas, de las cuales 17,5 millones eran abiertas (de entidades financieras) y 10,5 millones cerradas (de entidades no bancarias), según "Notibancos". Esto representó una baja de 1,16 millones de unidades en comparación con igual período del 2008, con una caída del 7,9% en las abiertas y una suba del 4,8% en las cerradas.

Las ventas del mes pasado respecto del mismo mes del 2008 disminuyeron en el 65,7% de los minoristas de 126 ciudades con más de 10.000 habitantes, de acuerdo con la encuesta mensual de la Cámara Argentina de Comercio. Además, se mantuvieron sin cambios las del 24,7% de los mismos y fueron superiores en el 9,7% restante.

Las cadenas de electrodomésticos y de productos para la construcción ofrecieron operar, en abril pasado, con tarjetas de determinados bancos en 18 y 24 cuotas sin interés. En tanto, los súper e hipermercados continuaron con los descuentos y las promociones, respaldados por ciertos bancos que rápidamente fueron imitados por otros. Determinadas cadenas impusieron sus propios plásticos con créditos, ampliando los días de los beneficios y premiando la fidelización de los clientes. Sin embargo, hubo lugares en los que los compradores descubrieron en las cajas que no podían acceder a las ventajas prometidas, como denunció la Unión de Usuarios y Consumidores.

Los shoppings renovaron sus estrategias con criterios parecidos y organizaron espectáculos gratuitos, sobre todo en el área metropolitana, para competir mejor cuando se inauguró el Dot Baires en el barrio porteño de Saavedra el 12 de mayo pasado. En este último, el 4 y 5 de este mes 80 firmas descontaron el 30% en las adquisiciones con las tarjetas Galicia Visa, Mastercard, American Express y de débito del mismo banco.

Luego, entre el 13 y el 21 del actual, el Citi obtuvo rebajas del 35% para todos sus plásticos en determinados locales de centros de compras y otros lugares.

La inflación y las dudas sobre los futuros ingresos de numerosas familias restringieron las transacciones de viviendas, automóviles y electrodomésticos, pese a los créditos publicitados por el gobierno sobre la base de los recursos manejados por la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), provenientes de las otrora administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones (AFJP).

Una encuesta del Centro de Economía Regional y Experimental (CERX) demostró, en el primer cuatrimestre del año, cómo creció la morosidad de los créditos al consumo -del 4% de la cartera total en marzo del 2008 a cerca del 6% entre octubre pasado y febrero del 2009-, en parte por el deterioro de los ingresos, a raíz de despidos, suspensiones, menor cantidad de horas extras y beneficios limitados por las empresas.

La contracción del índice de confianza del consumidor se mantendría hasta fin de año, si se cumple el pronóstico de la consultora Nielsen, donde subrayaron que las grandes cadenas manejan herramientas promocionales de que los comercios chicos no disponen.

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) aseveró el mes pasado que, "con un público que sigue expectante la evolución del empleo, los salarios, el dólar y lo que pueda suceder luego de las elecciones, el consumo no encuentra base para revertir la tendencia negativa".

El Banco Central (BCRA) documentó este mes que la tasa anual máxima, promedio, cobrada por las entidades para financiar los saldos fue del 37,4% en marzo pasado.

La más elevada fue la de Kadicard, de la Caja de Crédito Cooperativa La Capital del Plata, con el 85,2%, y la más baja de NOA Card, de NOA Express, que no superó el 2%.

La población tuvo cada vez más en cuenta el costo financiero total (CFT) aplicado por bancos y comercios, o sea, la tasa efectiva que paga aun en los planes de cuotas "sin interés" en concepto de seguros y gastos administrativos (oscilan del 2,6 al 4,3% anual).

Después de que en el 2006 se comentara por primera vez la intención oficial de modificar la ley 25065 de tarjetas de crédito para controlar más, este mes se supo que en el BCRA preparaban un anteproyecto de reforma para hacerlo sobre las tasas y los costos adicionales, para lo cual el Congreso debería modificar la ley que fijó un máximo del 50% por sobre la tasa establecida para los préstamos personales.

En cuanto al movimiento con tarjetas de débito, aumentó el 30% en el primer trimestre del año frente a igual período del 2008, por la suba de la cartera informal y porque no obliga a las entidades a asumir los riesgos de mora, ya que registran la transferencia del dinero al momento.

La Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), la Asociación Bancos Privados de la Argentina (Abapra) y la Asociación de la Banca Especializada (ABE) rechazaron el nuevo código de prácticas que entraría en vigencia el 1 de julio (con un año de atraso, ya que debería actualizarse cada tres años) y la autorregulación en la cobranza de intereses. Dicho código fue creado en el 2005 por el Consejo de Autorregulación Bancaria, compuesto por las entidades sectoriales, con el objeto de transparentar las relaciones con los usuarios.

La Secretaría de Comercio Interior, a su vez, restableció su protagonismo de control, conforme a la resolución 138 publicada en el Boletín Oficial del 1 del actual. Tras conocerse la medida, trascendió que la conducción de la Asociación de Tarjetas de Crédito (Atasyc) se reunió con Guillermo Moreno, titular de la secretaría, no obstante lo cual desde la entidad intentaron convencer de que eso no ocurrió.

Negocios de 12 grandes ciudades -momentáneamente ninguno de las provincias de Neuquén y Río Negro- acordaron con emisoras de plásticos vender hasta en 12 pagos sin interés entre el 6 de junio y pasado mañana, mientras se acrecentaba la posibilidad de extender permanentemente ese plan a todo el país.

Luego de los cuestionamientos de Néstor Carlos Kirchner a los bancos por las tasas requeridas -inicialmente criticó sólo a uno-, así como la decisión de que volviera a actuar Comercio Interior, el BCRA sostuvo que sancionará a aquellas entidades que registren un nivel inadecuado de tasas. Poco se habló oficialmente de que en el costo del dinero influyen la cotización del dólar (en ascenso) y la presión inflacionaria (no la difundida por el INDEC), por citar aspectos de significativa influencia.

Por la crisis financiera, ya se implementaron o aplicarán, asimismo, nuevas regulaciones en Estados Unidos (ver aparte), Colombia, Venezuela y México.

Obama contra las prácticas abusivas

Barack Obama, presidente de Estados Unidos, anunció el 17 del actual la que muchos consideran será la mayor reforma regulatoria desde la década del '30 del siglo pasado, pero que antes de implementarse deberá ser aprobada por el Congreso.
Esto le concedería nuevos poderes a la Reserva Federal, con los cuales, se supone, podría impedirse otra crisis financiera. Lo hizo después de arremeter previamente contra las tácticas abusivas de los emisores de tarjetas de crédito, al prohibir las comisiones ocultas y las alzas retroactivas de las tasas de interés, aun cuando así modificaran los acuerdos con los clientes.
Las deudas de los hogares norteamericanos crecieron hasta 963.000 millones de dólares en enero del 2009, es decir, un 25% durante los últimos diez años, lo que resultaba por familia 9.820 promedio. Precisamente el 73% de las familias tenía, al menos, un plástico y el 44% efectuaba pagos regulares cada mes, en tanto el resto acumulaba deuda. Una quinta parte de aquellos que no lo hacían abonaba intereses superiores al 20% anual.
"Es tiempo para una reforma basada en la transparencia, la rendición de cuentas y la responsabilidad mutua", declaró Obama cuando solicitó al parlamento la aprobación del proyecto de reforma de las normas para las tarjetas. Apuntó así a prohibir los incrementos de las tasas de interés injustificadas y a terminar con las sanciones abusivas, teniendo en cuenta que los poseedores de las mismas pagaban multas cercanas a los 15.000 millones de dólares anuales.
Obama explicó qué esperaba con la reforma:
• protección contra aumentos de tarifas injustos y abusivos,
• claridad y transparencia de los términos y condiciones,
• información suficiente para que la gente pueda comparar y
• rendición de cuentas por los abusos de los emisores.
Esto sucedió cuando los bancos ya enfrentaban disposiciones de la Reserva Federal destinadas a frenar ciertas prácticas pero, por aplicarse en julio del 2010, lo que motivó que algunos legisladores y grupos de consumidores se quejaran de que faltaba mucho para esa fecha...

Miguel Ángel Fuks

miguelangelfuks@yahoo.com.ar