Tal y como la conocemos, la prensa escrita ha llegado a su fin. O se está acercando a él de un modo vertiginoso. Aunque esto no tiene por qué sonar catastrófico ni oscuro como un cuento de vampiros, las estadísticas son irrefutables. A medida que pasan los meses, más y más lectores comienzan a volcarse de lleno hacia las versiones digitales de los diarios, mientras que las nuevas generaciones de consumidores, que han nacido con una laptop en la mano, buscan y encuentran formas no tradicionales de acceder a la información que les interesa.
Este mismo artículo ha sido adelantado parcialmente en dos blogs distintos y en el perfil de Facebook de quien firma estas líneas antes de salir publicado en el formato de papel.
El ambiente periodístico se ha poblado de índices y tendencias a este respecto. La mayoría de ellos, por no decir todos, indica una caída marcada en las ventas de los diarios más importantes del mundo así como una merma sostenida de la inversión publicitaria. Internet también tiene algo que decir al respecto puesto que comienza a erigirse en el escenario de nuevas campañas de comercialización masiva.
Para un sector, el más ciberpunk, la pregunta no radica en si la prensa escrita sobrevivirá, porque no lo hará, según éstos lo anticipan, sino en cuáles y cómo serán los medios que heredarán su desempeño clave en la vida ciudadana. Para otro, menos apocalíptico, el interrogante se centra en el modo en que se mantendrá a flote porque, en definitiva, siempre habrá un porcentaje de los lectores que preferirá el formato de papel. Pero ¿lo habrá? Eso también está por verse. Según Russ Wilcox, CEO de E Ink, una empresa que está desarrollando un diario de un material flexible muy parecido al que se vio en el filme "Minority Report" (sí, aquel con Tom Cruise), los periódicos están gastando 150 dólares al año por lector. En dos o tres años esa cantidad habrá crecido hasta situarse entre 300 y 500 dólares. El dispositivo costará menos de 300 y muy probablemente permitirá leer más de un diario por día.
Es la misma dirección que ha tomado el flamante Kindle DX, un delgado y coqueto aparato al cual ya se sumaron tres de los principales diarios de Estados Unidos (New York Times, Boston Globe y San Francisco Chronicle) para ofrecer una suscripción electrónica a un costo accesible.
Época de contradicciones
El periodista John Carlin escribió días atrás en "El País" un memorable artículo acerca del tema: "Nunca ha habido una mejor época para hacer periodismo escrito, y nunca ha habido una peor para ganarse la vida ejerciéndolo; hay más mercado que nunca, pero menos ingresos", explica. El autor también asegura que "la tendencia se ve con especial nitidez en Estados Unidos, tantas veces precursor de lo que nos espera en el resto del mundo occidental".
En ese país la media diaria de ejemplares vendidos ha bajado de 62 a 49 millones desde que hace 15 años internet empezó a volverse accesible a todos. Unos cien diarios se han visto obligados a dejar de imprimir en papel. En el mismo período, el número de lectores de periodismo digital en Estados Unidos ha ascendido de cero a 75 millones.
Sin embargo, hay voces discordantes con este panorama. Earl J. Wilkinson, director ejecutivo de International Newsmedia Marketing Association (INMA), una organización con más de 1.200 socios en 82 países, ha concluido que "la muerte del periódico es una de las grandes exageraciones surgidas del colapso económico de hoy".
Umberto Eco es otro que llama a la prudencia. Hace unos días señaló: "Se dice que la lectura de los diarios es el rezo del hombre moderno y por eso me resulta difícil imaginarme a mi generación renunciando al periódico de papel y a la taza de café por las mañanas. Pero es posible que mi nieto rece de otra manera".
Mientras tanto los números no favorecen ni siquiera al más importante diario del planeta, "The New York Times". Luego de haberse ubicado en niveles de más de 20 dólares a principios del 2008, el título de The New York Times Company cerró días atrás en 6,47 dólares, pero alcanzó un nivel mínimo de 3,51 en febrero de este año. No debemos olvidar que la crisis internacional está vinculada con este asunto de los papeles que sobrevuelan pisos históricos.
Hace unas semanas el propio "Boston Globe" (parte del conglomerado de NYT) debió realizar, con la aceptación de todo su plantel, importantes rebajas salariares, entre otras acciones de urgencia para garantizar la supervivencia del premiado diario. "The Seattle Post Intelligencer", con 146 años de vida, apagó sus máquinas de impresión el mes pasado, reduciendo su Redacción de 167 a 20 redactores. "The Christian Science Monitor" publicó su última edición impresa diaria el pasado 27 de marzo y el "San Francisco Chronicle", por falta de compradores, está a punto de hacer lo mismo.
A principios de marzo, la empresa editorial McClatchy Company, propietaria de 30 diarios, entre ellos el "Miami Herald", anunció que proyecta eliminar 1.600 puestos de trabajo, equivalentes al 15% de su fuerza laboral. A fines del 2008, Tribune Company, el segundo grupo mediático de Estados Unidos, propietario además de "The Baltimore Sun", se declaró en quiebra por las deudas acumuladas: 12.100 millones de dólares.
En España, Prisa, el complejo mediático que edita "El País", tiene una deuda de más de 5.000 millones de euros. Desde los 20,8 euros del 2000, cuando las acciones de este grupo salieron al mercado, a los 0,99 centavos de este año, Prisa ha perdido más del 95% de su valor bursátil. Otro de los periódicos españoles de gran tirada, "ABC", registró en febrero pérdidas por 43 millones de euros y sus ingresos publicitarios se redujeron un 26%. 220 trabajadores fueron despedidos en el último período y se recortaron los sueldos de los directivos.
¿En la Argentina? También los diarios nacionales han tenido que soportar caídas en sus ventas y pautas publicitarias. Y, por supuesto, sus lectores se siguen mudando del papel a la pantalla.
Tal como señaló la analista de CNN Margaret Carlson, "cuando agarro el periódico creo siempre que es el de ayer porque todo lo que cuenta lo había visto ya en mi portátil".
Hace ya unos años el fallecido y destacado periodista Claudio Uriarte escribió en su "Contribución a la crítica de la verdad periodística" un párrafo que hoy suena premonitorio: "Los diarios, semanarios, quincenarios y demás ediciones periódicas son publicaciones que sólo deberían salir de vez en cuando". Los especialistas en "The Guardian" y el mismo "NYT" están desarrollando la idea de concentrar y ajustar cada vez más sus contenidos.
Claudio Andrade
candrade@rionegro.com.ar