Con los botines de punta. La relación entre los industriales y el gobierno está cada vez más complicada. Los choques de la cúpula de la Unión Industrial Argentina se han repetido en los últimos días, especialmente con la AFIP y con el Banco Central. Desde el vamos la nueva conducción de la UIA formuló un enérgico pedido para que se aceleraran los reintegros a las exportaciones.
El lobby de la UIA se fue multiplicando cada vez más, hasta que fue el propio titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, quien salió a responder con dureza a los industriales. Dijo que la central fabril protege a empresas que operan con paraísos fiscales.
También hay una fuerte pelea entre el Banco Central y la UIA por el tipo de cambio. Los industriales quieren un dólar más alto, más competitivo, algo que el Banco Central hoy no avala.
Parece que los nubarrones del gobierno con los empresarios están creciendo y amenazan con transformase en tormenta.
Una fría relación. Está claro que no hay buena sintonía entre el ministro de Economía, Carlos Fernández, y el titular de la Anses, Amado Boudou.
Un importante asesor del ministro aseguró que la comunicación entre ambos funcionarios es fría, a pesar de que han coordinado en los últimos meses las colocaciones de deuda. "Yo diría que se habla de los temas que hacen a la relación técnica entre Economía y Anses, pero no hay mucho más que eso", admitió la misma fuente.
Se sabe que a Boudou no le disgusta la idea de arribar al Ministerio de Economía, después de las elecciones del 28 de junio, teniendo en cuenta, además, que todo indica que habrá movimientos en el gabinete nacional. Fiel al estilo de perfil bajo, de no meterse más allá de lo que le indican, aseguran que el ministro Fernández no va a presentar batalla. "Hay que ser sinceros. Aquí los funcionarios administran, pero no toman decisiones", reseñó otro integrante del gabinete económico.