Un reciente informe elaborado por la Consultora Economía & Regiones (E&R) detalla que, debido al proceso de deterioro fiscal que se observa en la mayoría de las provincias, sería prácticamente inviable un aumento de salarios durante el corriente año, ya que se espera una fuerte desaceleración de los recursos corrientes.
En este contexto, cualquier incremento en los haberes públicos deberá ser sostenido por tres vías alternativas:
- endeudamiento público, con emisión de títulos;
- una mayor asistencia desde la Nación por transferencias o;
- recortar otras partidas del gasto en donde el presupuesto lo permita.
Ya hay provincias que comenzaron a hacer recortes de obra pública para sostener las proyecciones de la masa salarial. Tal es el caso de Río Negro y Neuquén que derivarán -a través de una burda reingeniería en el presupuestos- los ingresos extras por retenciones a la soja hacia gastos corrientes, pese a que está explícito en el decreto de Nación que esto no puede realizarse.
Todo indica que para mantener "la paz social", las administraciones de ambas provincias profundizarán este año el desvío de partidas presupuestarias hacia el pago de salarios. La obra pública quedará rezagada a su mínima expresión y nada se habla, en un año electoral, de reestructurar el Estado provincial para adecuarlo a las necesidades que presenta el presupuesto.
A nivel nacional, el estudio de E&R señala que, en cualquiera de los escenarios, el déficit financiero del 2009 se elevará sobre un piso de 3.300 millones de pesos sin aumento de salarios y tocará los 18.000 millones en caso de incrementar los haberes de los empleados públicos provinciales por encima del 20%.
El impacto del gasto salarial
Durante el 2008 se vio un aumento del gasto respecto de los ingresos de la provincia.
El crecimiento de las erogaciones el año pasado su ubicó en 28,4% contra el 25,7% de los recursos.
Casi dos tercios del gasto primario adicional del 2008, detalla el estudio de la consultora privada, fue explicado por el incremento del desembolso en personal, producto de la anualización de las subas otorgadas en el 2007 y las efectivizados durante el 2008.
Las estadísticas muestran que la licuación del poder adquisitivo tras la devaluación del 2002 y el contexto inflacionario hicieron prácticamente inevitable el ajuste de los salarios provinciales. Fueron, en definitiva, el aumento de la masa salarial la que explica el crecimiento del gasto corriente observado en los últimos tres años y con ello el deterioro del frente fiscal.
El estudio de E&R señala que en el 2008 el gasto total en las provincias, en concepto de salarios, alcanzó los 73.494 millones de pesos, lo que muestra un crecimiento del orden del 40% cuando se lo compara con el consolidado del 2007, incrementándose en casi 20.600 millones de pesos en sólo un año. Esta alza determinó que los gobernadores terminaran absorbiendo una creciente proporción de recursos de libre disponibilidad, lo cual hoy reduce la capacidad de ajustar las erogaciones ante la caída de los recursos.
Los salarios de los empleados públicos si bien se recuperaron en términos reales desde la salida de la crisis del 2001 en forma importante, todavía se ubican por debajo de los niveles que exhibían en los mejores años de la convertibilidad. Pese a los últimos aumentos, también quedaron rezagados respecto de los sueldos que registra el sector privado.
Escenario realista
Tomando en cuenta los aumentos de sueldos otorgados a la fecha por los distintos gobernadores del país y el techo impuesto por Nación a esta suba, las proyecciones indican que la masa salarial se incrementará un 15% para todo el año.
Esto significa algo más de 17.000 millones de pesos que deben ser incorporados como erogaciones corrientes en los presupuestos provinciales.
Los recursos corrientes netos de transferencias a municipios alcanzarían a cubrir sólo el 62% de este aumento, por lo que las provincias quedarán "descalzadas", en promedio, en casi un 38% de ese aumento salarial.
Según el informe privado, las provincias patagónicas son las que más sentirán estos desvíos sobre sus presupuestos por dos causas:
1) Son las que tienen el salario promedio más alto del país.
2) La masa salarial representa una proporción mucho más importante, dentro de las erogaciones, que en el resto de las provincias.
odo es cíclico en la Argentina. Y la economía no queda fuera de este escenario. En el 2009 se acentuará el déficit primario de las provincias, de la mano del crecimiento de la masa salarial.
El año pasado, el consolidado presentó un resultado primario negativo (antes de intereses de la deuda) de 580 millones de pesos, revirtiendo un proceso de cinco años consecutivos con superávit operativo en las provincias.
El dato no es menor, teniendo en cuenta el escenario económico que se avecina.
- Por un lado se espera que las transferencias por coparticipación federal suban en promedio el 18% respecto de los niveles del año anterior, lo que muestra una desaceleración del 50% en relación con los incrementos consolidados durante el período 2003-2008.
- La masa salarial presenta un crecimiento vegetativo promedio del orden del 5% dentro del esquema presupuestario de las provincias. Por ejemplo, Neuquén sin dar aumento alguno para el 2009 -cosa que ya no podrá ocurrir- registrará una suba sobre su masa salarial en torno de los 160 millones sólo por el crecimiento vegetativo que presenta la matriz de su estructura pública.
- Las transferencias discrecionales que realiza Nación caerán a niveles mínimos, teniendo en cuenta la tendencia que vienen presentando y la necesidad de recursos del Ejecutivo nacional.
- Los gastos corrientes crecerán al ritmo de la inflación. Siendo optimista, hay que esperar una suba de las erogaciones en torno del 15% durante el 2009.
Resumiendo: todo indica que se espera un crecimiento sostenido del gasto y, como contrapartida, ingresos que se desacelerarán progresivamente.
Neuquén, en el límite salarial
Neuquén es una de las provincias más afectadas por la incidencia de la masa salarial en el total del presupuesto. Para este año se espera un incremento del orden de los 250 millones de pesos, teniendo en cuenta el crecimiento vegetativo de la estructura salarial de la provincia y los futuros aumentos previstos para áreas conflictivas como lo son Salud y Educación.
De no existir una reestructuración del Estado en materia de salarios y empleados públicos, la situación año tras año continuará deteriorándose. Sólo falta decisión política para el cambio.
Siguen enviando menos coparticipación
Los datos oficiales muestran que la Nación continúa incumpliendo la cláusula de garantía constitucional del 34% sobre las transferencias que deben recibir las provincias.
Esta cláusula define la obligatoriedad de distribuir como mínimo el 34% del total de los recursos que recauda el Estado nacional.
Desde que asumió la administración K, esta cláusula fue violada en forma constante.
Marzo de este año no fue la excepción.
Durante el mes pasado las provincias habrían recibido el 32% del total de la recaudación nacional en concepto de impuestos y Aduana (sin computar los recursos de Seguridad Social), dejando de recibir los estados del interior por esta diferencia unos 295 millones de pesos.
Los recursos no coparticipados para Río Negro y Neuquén durante este primer trimestre del año ascendieron a 34 millones de pesos.
Las proyecciones privadas destacan que este valor, anualizado para todo el 2009, se ubicará por encima de los 120 millones de pesos.
En la medida en que las cuentas fiscales ingresen en el complejo terreno de los números en rojo, esta cifra que adeuda la Nación a la región será clave para sostener los desequilibrios presupuestarios.
Los gobernadores, por omisión o temor al desacato que marca el poder central, no terminan por reclamar lo que constitucionalmente les corresponde. Un hecho grave.
Javier Lojo
jlojo@rionegro.com.ar