Es conocido que la figura del Monotributo tuvo su origen y fue vendida como un régimen simplificado de muy fácil administración para los sujetos que adhirieran al mismo, y así fue comprado.
Su origen se remonta a 1998 y para poder adherir se debían reunir ciertos parámetros, entre ellos y el más importante, el monto de facturación anual, algo que en la actualidad sigue vigente.
Para el caso de locaciones y prestación de servicios el tope anual permitido era de 72.000 pesos, mientras que para el resto de las actividades, básicamente venta de bienes, el tope era de 144.000.
Sorpresivamente y muy en contra de la realidad, estos montos hoy siguen vigentes sin ningún tipo de actualización. Son innumerables los ejemplos que pueden darse, sólo por citar algunos: la cotización de la divisa norteamericana en aquellos tiempos era 1 peso = 1 dólar; hoy, 1 dólar = 3,75 pesos. Otro ejemplo: el salario mínimo vital y móvil a junio de 1998 era de 200 pesos, hoy supera los 1.200.
Debe mencionarse que otros impuestos de recaudación nacional se adecuaron de una manera u otra a la realidad. El monto mínimo por el cual un sujeto se encuentra obligado a pagar Bienes Personales pasó de 102.300 a 305.000 pesos, en el Impuesto a las Ganancias la deducción especial que puede deducir un asalariado renta de cuarta categoría en relación de dependencia se incrementó de 18.000 a 43.200 pesos.
Indudablemente, quien se encuentra en el régimen también debió incrementar su facturación para poder subsistir, lo que hace que hoy se encuentre expulsado del sistema o a punto de estarlo. Esto se ve agravado con la sanción de la resolución general 2.549 de AFIP -Nuevo Régimen de Retención de Ganancias e IVA para monotributistas, vigencia 1/4/09-; muchos contribuyentes que hasta la fecha, si bien mal encuadrados todavía permanecían en el régimen, se verán "castigados" por retenciones que en la mayoría de los casos superarán el 45% de lo que tengan por cobrar. Según versiones la vigencia de esta norma se prorrogaría hasta junio del 2009.
Indefectiblemente esto generará una huida de sujetos monotributistas que cambiarán su condición a responsables inscriptos en el IVA y en el Impuesto a las Ganancias.
¿Será el fin de estos sujetos?
Para que ello no suceda, es necesario que estos montos se acerquen a la realidad.
También debe adecuarse lo que en concepto de impuesto integrado se ingresa al fisco.
Ambas requieren una actualización urgente.
MAURO CÉSAR BARTOLOMÉ (Chinni, Seleme, Bugner y Asoc).
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