Parece que, con cada anuncio que hace, el gobierno nacional complica más las cosas. Todo indica que quiere mantener el conflicto con el campo y dará batalla hasta el final. Coparticipar retenciones es una declaración de guerra para el sector agropecuario. Ya no se trata de si las retenciones se redistribuyen o no. Hoy este impuesto, totalmente regresivo, es lo que está generando rentabilidad negativa entre los productores sojeros. Es decir: el campo está perdiendo plata y adicionalmente debe entregar parte de sus ventas al Estado. Los K olvidan el traspié ocurrido en el Congreso con la 125. Buscarán de todas formas enfrentar al campo con la sociedad, aislarlo de todo posible apoyo. Los últimos anuncios apuntan a eso.