Algunas casas de cambio y bancos de la city porteña comunicaban este fin de semana por sus ventanillas a los ahorristas que iban en procura de dólares que sólo estaban autorizadas a vender 500 dólares por persona y a empresas, hasta mil por día. La ofensiva del gobierno para que las entidades "controlen" las ventas minoristas llegó finalmente a la plaza cambiaria. El dólar oficial cerró este viernes a 3,66 pesos, pero a ese valor se conseguía con compras limitadas. En el mercado paralelo por la divisa se llegaron a pagar 3,73 pesos, según el volumen de la operación.
Nuestra región no quedó al margen. El billete oficial tocó los 3,77 pesos en las agencias de cambio, unos 11 centavos más que en la city porteña, y el "morocho", a 3,85-3,90 pesos según los montos que intervinieron en la operación.
Técnicamente, para la venta minorista en un par de semanas la divisa alcanzará los 4 pesos por dólar. Ésa es la sensación del mercado por la presión existente sobre la moneda norteamericana. Para esta semana que se avecina habrá que esperar mayores controles sobre el tipo de cambio. Conseguir un dólar al precio oficial será un tema complejo en la city porteña y una misión imposible en la región.
En un contexto en el que el peso se ha depreciado contra el dólar más del 7% en el año -niveles significativos para el tipo de cambio en la Argentina aunque, claro, no tanto en relación con la depreciación de otras monedas vecinas-, en la city varias entidades recurren a la venta de divisas por cupos. Por ahora la razón es preventiva. Los operadores proyectan que no hay grandes posibilidades de que ingresen dólares al mercado como en otros tiempos. Las exportaciones están derrumbándose y el conflicto con el campo parece no tener salida. Todo esto terminará incidiendo en la confianza en el peso.
El gobierno buscará contener la divisa a cualquier precio, pero el billete paralelo comenzará a tomar distancia. Como en las viejas épocas.