Aunque la mayoría de sus decisiones se orienta a activar la demanda y la actividad, y a veces también el consumo superfluo, Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de la Nación, tuvo que reconocer que la crisis global impactará en la Argentina.
Para que el Estado tenga mayor participación en la economía, anunció el "plan de infraestructura más grande de la historia", de 74.000 millones de pesos, para ayudar a contrarrestar la situación de la construcción, que contribuyó a la recuperación de la economía tras la crisis del 2001 y disminuyó el 1,1% en enero pasado -por tercer mes consecutivo- respecto del mismo período del 2008, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
La presidenta pareció preocupada por enviar al Congreso instrumentos que "permitan intervenir adecuadamente en la economía para preservar el trabajo y la generación de la actividad". Uno de ellos sería la creación de un ente oficial para comercializar las cosechas de granos.
Pese a que el país soportó aumentos de los costos internos, desplomes de las acciones y los bonos, demanda de dólares y fuga de capitales, la mandataria interpretó que "no verá interrumpido su proceso de crecimiento en el 2009".
La utilización de la capacidad instalada en la industria fue del 67,4% en enero pasado, por caídas de casi dos dígitos en el último año, sobre todo en los sectores metalmecánico, siderúrgico, textil y automotor. Este último disminuyó en febrero de este año el 55,7% respecto de igual mes del 2008, según la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), no obstante el plan oficial de estímulo a las ventas (a pedido de las entidades empresarias, se modificó con la incorporación de más modelos).
Los consumos energéticos fabriles en el primer bimestre del año respecto de igual período anterior resultaron negativos, en el gas del 8 al 10% y en la electricidad, del 7%. Mientras tanto, el precio del petróleo descendió.
Las exportaciones retrocedieron en noviembre del 2008 y tres meses más tarde sufrieron el peor impacto negativo en dos décadas. Por la menor demanda mundial, la sequía y la retracción de las actividades locales, las de enero frente a igual mes precedente se redujeron el 36% y aportaron 3.730 millones de dólares. Las importaciones se desplomaron el 38% y representaron 2.759 millones. El ajuste automático de la crisis global casi equilibró en febrero la balanza comercial con Brasil. A la lista de casi 200 bienes que requieren licencias no automáticas para superar los controles de la Dirección General de Aduanas, el 4 del actual se agregaron más textiles, muebles de madera, tornillos, cosechadoras y tractores, cuchillos y acondicionadores de aire, que requieren autorización oficial.
Después de un año de enfrentamientos con la dirigencia agropecuaria, Cristina Kirchner asistió el 3 del actual a la reunión de la Mesa de Enlace con los ministros de la Producción y del Interior, Débora Giorgi y Florencio Randazzo respectivamente.
Quizá por esa presencia se avanzó en un acuerdo sobre trigo, leche, carne y economías regionales, pero no con el problema de la retención a la soja. La titular del PEN aprovechó además para convocar a esos dirigentes al Consejo Económico y Social (CES).
Semejante cambio de actitud fue incluso respaldado por Néstor Carlos Kirchner, quien destacó el "gesto" de la presidenta y dijo que "fue correcta y responsable la actitud de los representantes de las patronales rurales".
Esto probablemente se debió a necesidades recaudatorias, ya que las liquidaciones de las exportaciones de los granos guardados, según el PEN, sumarían 3.000 millones de dólares y para los comercializadores rondarían los 1.000 millones. La Mesa de Enlace, a su vez, acordó con legisladores opositores promover nuevas leyes de emergencia agropecuaria y sobre retenciones.
La caída de las ventas minoristas provocó ajustes y el cierre de algunas firmas y de sucursales. Las operaciones en 17 centros comerciales del área metropolitana aumentaron el 1,4% en el primer mes del 2009, para el INDEC, en comparación con el mismo mes del año pasado y cayeron el 8,5% frente a las de diciembre del 2008. El mismo escenario fue diferente para los supermercados, ya que el volumen comercializado creció anualmente el 20,2%.
Al concluir febrero, por primera vez en el último quinquenio el sistema financiero local reflejó una contracción de todas las líneas de crédito individuales.
Cuando preocupaba la estampida del riego país, la fuga de capitales se relacionó, como en muchísimos otros sitios, con la evasión tributaria y los manejos para ocultar flujos de ingresos y riquezas de personas y empresas, el narcotráfico y la venta de armas y las prácticas corruptas en la gestión pública. Desde mediados del 2007 hasta fines del 2008 la Argentina perdió 31.978 millones de dólares, según el BCRA. Sin embargo, el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) no recomendó ninguna medida contra el país.
La presidenta instó al mundo a terminar con los paraísos fiscales, cuando aquí autorizó la repatriación de capitales, y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) reclamó al Banco Central (BCRA) que derogara las sanciones de la ley penal cambiaria para facilitar el blanqueo, sin tener en cuenta que eso sólo puede hacerse con otra ley. La Coalición Cívica y la Unión Cívica Radical (UCR) advirtieron que controlarán el cumplimiento de la norma que reprime el lavado de dinero.
Con la ley que eliminó el régimen previsional de capitalización se disolvieron administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones (AFJP) y algunas incursionaron en seguros de vida y de riesgos del trabajo. El traspaso de fondos a la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) en noviembre pasado significó 74.000 millones de pesos para que los manejara el PEN desde el 1º de enero de 2009, de los cuales se evaluó derivar en principio a la economía real alrededor de 4.500 millones y, a través de bancos, favorecer la compra de bienes durables nacionales (automotores, artefactos para el hogar, muebles, materiales de construcción, sanitarios y grifería; bicicletas y motocicletas) y la rectificación y el acondicionamiento de vehículos.
La AFIP reglamentó a principios de febrero los regímenes de regularización impositiva, promoción y protección del empleo registrado y exteriorización y repatriación de capitales. Su recaudación creció en febrero el 16,2% en relación con el mismo mes del año anterior, por los ingresos del Impuesto al Valor Agregado (IVA), sostenido por los del consumo interno y las cargas sociales (por lo ocurrido con las AFJP) y los saldos negativos en los del comercio exterior y Ganancias.
La cotización del Merval en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires tocó su "piso" de casi 829 puntos el 21 de noviembre del año anterior, cuando se conoció la quiebra de Lehman; luego pasó a 1.000 para derrumbarse 7,41 a principios de marzo.
El deterioro del empleo afectó a más de 32.000 empleados, que fueron despedidos o suspendidos o afrontaron reducciones en sus jornadas laborales y salarios, mientras que 1.174 compañías solicitaron conciliaciones y aperturas de procedimientos de crisis.
El gobierno nacional insistió en que debería mantenerse el poder adquisitivo del salario promedio y la CGT planteó la necesidad de libre discusión de las remuneraciones, condiciones laborales y adaptación a las nuevas tecnologías.
Martín Redrado, presidente del BCRA, impulsó -¿de acuerdo con Néstor Kirchner?- el alza creciente de la cotización del dólar para compensar, sobre todo, las caídas del real brasileño y el peso chileno, en tanto se volvió constante la demanda de divisas por parte de la población.
Mínimos absolutos en índices de confianza
Durante el primer bimestre del año se registraron dos mínimos absolutos consecutivos en índices de confianza de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, con cifras "equivalentes a los resultados de febrero del 2000", según la Fundación Mercado.
El más reciente índice de confianza del consumidor (ICC) quedó en febrero en el 29,8%, o sea que exhibió bajas del 6% frente a enero y del 33,1% en la comparación interanual. Esas caídas de la confianza fueron consecuencia de disminuciones del 15,3% en la percepción de la situación presente y del 4,6% en las expectativas. Aparte, hubo retracciones del 20,9% en la economía y del 15,1% en el empleo.
En cuanto al índice de confianza de las familias (ICF), disminuyó en el segundo mes del año al 29,7% -el dato menor desde el 2003-, con caídas del 6,1% frente a enero pasado y del 32,6% respecto de igual mes del 2008.
A su vez, el índice de confianza del ahorrista (ICA) quedó en febrero en el 28,9%, lo que significó reducciones del 7,1% en comparación con el mencionado enero y del 28,7% si se coteja con el segundo mes del año anterior.
La FM advirtió, además, que "los datos de febrero, debajo del 30%, son compatibles con el ingreso en un ciclo recesivo en el consumo". Y si bien "los datos confirmatorios surgirían de las mediciones correspondientes a marzo, mes en que la economía se reenciende -subrayó la entidad-, los valores de percepción de situación real, la disminución de expectativas combinadas con el efecto inflacionario acentuado por aumentos de tarifas y el dólar escalando fuertemente dan señales poco alentadoras para el ciclo posmarzo".
El índice de confianza del consumidor de la Universidad Torcuato Di Tella tuvo su máximo histórico en enero del 2007 y desde ese momento hasta febrero cayó el 35,3%.