l resultado del balance comercial con Brasil en el primer mes del año dejó un déficit de 33 millones de dólares, siendo este valor el más bajo desde que se cuenta con déficit en la relación bilateral, señaló un reciente informe de la consultora abeceb.com.
El comportamiento de enero sigue en línea con el registrado en el último mes del 2008, aunque con una caída más pronunciada, resultando un 48,4% menor que el del mes anterior y un 80,9% respecto del mismo mes del año anterior, indicó el informe sectorial.
La caída mensual del déficit se convirtió en tendencia en los últimos meses, donde se repite por sexto mes consecutivo y en términos interanuales desde setiembre del año pasado. Esto se debe a una sucesiva caída de la corriente de comercio que había comenzado en noviembre del año pasado (-6,7%), lo que se repitió en diciembre (-21,1%) y que en el primer mes del año se profundizó con una variación interanual del -48,6%.
La reducción del comercio se debió tanto a las menores ventas como compras desde el vecino país, aunque las importaciones sufrieron una mayor caída, lo que permitió la reducción del déficit, 50,8% contra 46,1%. La magnitud de esa caída en las importaciones no se registraba desde la crisis del 2002.
Pese a la fuerte caída de las importaciones del mes anterior, no se logró aún revertir el saldo comercial, que acumula 68 meses consecutivos de déficit. No obstante, éste llegó a su mínimo nivel desde junio del 2003, a partir de cuando la balanza comercial resulta en rojo.
Entre los motivos que más explicaron la caída de enero se encuentran las menores ventas argentinas a Brasil de los complejos de cereales por las menores ventas de trigo, combustibles por los menores precios del petróleo, vehículos, plásticos y productos de molinería entre los más destacables.
Cabe señalar que la caída de las ventas brasileñas a los mercados externos se produjo en forma generalizada aunque hacia la Argentina dicha caída más que se duplicó por la estrecha relación y por la caída del consumo en sectores clave como automóviles, autopartes, siderurgia y bienes de consumo electrónicos.