Pareciera que la moneda estadounidense está próxima a dar un salto. La presión es cada vez mayor pese a que el gobierno interviene sin problemas hoy en el mercado.
En la semana subió tres centavos, para cerrar cercano a los 3,50 pesos por unidad. En la plaza paralela, la divisa tocó los 3,55 pesos.
Pero, en definitiva, el pulso del mercado cambiario va a estar dado por la tasa de interés, la dolarización de portafolios y el nivel de caída de exportaciones.
Estas tres variables son las que debe mirar el inversor para percibir cuándo el dólar terminará por dar "el salto" que especula hoy el mercado.
Es difícil que el Banco Central continúe con su política de comprar todos los días dólares. Incluso ante la escasez de liquidación, por parte de los exportadores, se espera que deba salir a vender para compensar al mercado.
No son pocos los analistas que se adelantan a decir que en el actual contexto internacional (dólar fortaleciéndose) y nacional (menos disponibilidad del billete norteamericano), en poco tiempo más la paridad cambiaria estará cerca de los 4 pesos por unidad.
La clave para el gobierno es cómo administrar esta suba sin generar un "panic atack" en el mercado. Hasta ahora tomó la estrategia del "paso a paso"; es decir, nada de megadevaluaciones como en el pasado. Si continúa con esta gradualidad, el gobierno corre el riesgo que la dolarización de portafolio se alimente, que los depósitos empiecen a caer porque exigen más tasa de interés y se pierdan reservas en el camino.
Si en cambio el gobierno toma la decisión de subir la paridad de un saque arriba de los 4 pesos, los riesgos son: que los precios no asimilen esta suba y, por ende, terminen acompañándola los reclamos salariales y que la gente entre en pánico, lo que generará una corrida. No se sabe bien cómo, pero pareciera que el gobierno ya tomó la decisión de devaluar.
Javier Lojo
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