La competitividad del 2008 fue afectada por la baja del tipo de cambio y los reclamos agropecuarios.
La crisis internacional influyó también para que no se mantuviera la tendencia exportadora en el último trimestre y continuaran perjudicando las importaciones.
Después del anuncio del plan del gobierno nacional, acordado con las entidades representativas de las industrias del calzado y marroquinería, se publicitó que comenzaron a reincorporarse trabajadores suspendidos de las curtiembres.
No obstante, el Sindicato Obreros Curtidores de Capital y Gran Buenos Aires denunció el 12 del actual que más de 50 trabajadores de Curtimpex, de Avellaneda, afrontaban problemas: 5 fueron despedidos; 27, suspendidos, y los restantes, que eran los encargados recibieron una bonificación y debieron salir de vacaciones.
Existen más de 200 establecimientos con capacidad para procesar anualmente más de 16 millones de cueros vacunos, que están en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, principalmente, y también en San Luis, Mendoza, La Rioja, Salta, Córdoba, Chaco, Corrientes, Formosa y Entre Ríos. Esta actividad contribuyó a ocupar en forma directa e indirecta a 50.000 personas.
El mercado interno absorbía el 20% de la producción total de cueros vacunos procesados, hasta que se desencadenó la crisis internacional, según la Cámara de la Industria Curtidora Argentina (CICA).
El 80% restante se destinaba a alrededor de 60 países y permitió que la Argentina se convirtiera en el segundo exportador mundial de cueros vacunos curtidos, lo que generó 900 millones de dólares anuales, pese a las barreras y subsidios aplicados por distintas naciones. Para competir tanto en uno como en otromercado hubo una transformación sectorial, acompañada de inversiones destinadas a modernizar los equipos; incorporar innovación tecnológica con el propósito de proporcionar nuevas alternativas en texturas y colores y tratamientos ecológicos; capacitar mano de obra, e incorporar gerenciamiento calificado.
El prestigio y el posicionamiento logrados por el cuero argentino utilizado en calzado y marroquinería, sumados a la inquietud empresarial por agregar valor al producto final, permitieron en los últimos años que la industria curtidora incursionara en la tapicería residencial y automotriz (seguramente no la utilizada en los modelos seleccionados por el gobierno nacional para su plan promocional).