Es común escuchar frases tales como "la Argentina es uno de los países donde más impuestos se pagan" o "la carga tributaria que debe soportar un contribuyente argentino es muy alta". Pero ¿sabemos en realidad cuánto paga de impuestos en nuestro país una pyme?
Para poder cuantificarlo es necesario recurrir a un ejemplo. Utilizaremos los siguientes supuestos: 1) se trata de una sociedad anónima (pyme), cualquiera sea el rubro, que anualmente factura 20.000.000 de pesos; 2) todo lo que cobra lo deposita en el banco y los pagos los hace con cheques; 3) el margen de utilidad neta antes del Impuesto a las Ganancias es del 20%, es decir que la empresa "ganó" antes de pagar este tributo 4.000.000 de pesos, y 4) tiene 10 empleados a los que les abona una remuneración promedio de 2.500 pesos.
Ahora sí, con los supuestos definidos, calcularemos cuánto tributa este contribuyente. En el impuesto sobre los Ingresos Brutos (de recaudación provincial), las alícuotas van del 2 al 5% de las ventas, dependiendo de la actividad; supongamos en este caso una tasa del 3%, es decir, 600.000 pesos.
El impuesto a los débitos y créditos (de recaudación nacional) es del 1,2% sobre las transacciones bancarias, 240.000 pesos -una parte se toma como pago a cuenta de Ganancias y se transforma en un crédito para el contribuyente-. La tasa por licencia comercial (de recaudación municipal) representa aproximadamente 180.000 pesos.
El impuesto al trabajo, el costo laboral (de recaudación nacional) por tener 10 empleados, es de aproximadamente 80.000 pesos. Estos costos tributarios son deducibles como gastos en Ganancias.
Por lo tanto, el Impuesto a las Ganancias (de recaudación nacional) que deberá soportar representará el 35% de sus utilidades: 1.029.000 pesos. La sumatoria total de impuestos tributados por el contribuyente arroja así un monto de 2.089.000 pesos.
Obsérvese que de una supuesta ganancia de 4.000.000 de pesos al empresario, que es quien asume el riesgo, le quedan netos luego de pagar impuestos 1.911.000.
Efectivamente, el socio mayoritario en la distribución de las ganancias es el Estado (nacional, provincial o municipal), pues se lleva más del 50% de las ganancias, y sin asumir ningún riesgo. Adicionalmente, este tipo de empresas es obligado a actuar como agente de retención y percepción, administrando engorrosos sistemas que las convierten en recaudadoras de impuestos a favor del Estado y, en la mayoría de los casos, es necesario que cuenten con personal exclusivamente para manejar estos regímenes.
CR. MAURO C. BARTOLOMÉ (*)
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(*) Chinni, Seleme, Bugner y Asociados
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