a devaluación es un posible escenario que debe tener en cuenta el ahorrista a la hora de invertir.
En las últimas semanas reapareció con fuerza la demanda de herramientas para poder cubrirse de una nueva crisis. Existe una manera bastante simple y barata de proteger el dinero de una potencial depreciación del peso: los contratos de futuro de dólar. Se trata de instrumentos que permiten fijar hoy el precio que se cree que tendrá el billete verde en el futuro y funcionan como un seguro de cambio que protege a los ahorristas con ingresos en pesos ante una eventual devaluación. En la plaza local, los negocios se hacen en dos mercados: el Rofex y el MAE. Para los inversores minoristas la alternativa más indicada es el Rofex, ya que en el MAE el monto mínimo a invertir es de 100.000 dólares.
Para operar en el Rofex, el pequeño inversor debe hacerlo a través de los bancos o sociedades de bolsa que estén autorizados y que además hagan operaciones para terceros.
La lista es reducida: algunos de ellos son el banco Supervielle y algunas sociedades de bolsa. La comisión que cobran los agentes suele rondar el 0,8/1% sobre el monto a asegurar.
La operatoria es sencilla. Supongamos que alguien especula con que el dólar va a subir pero, además, quiere aprovechar las tasas de interés del mercado doméstico, que están muy elevadas. Entonces hace un plazo fijo a un año por el que le dan una tasa del 22% por 100.000 pesos y acude a su agente de bolsa para comprar contratos a futuro con vencimiento en diciembre del 2009 por un monto equivalente. Los contratos a esta fecha se encuentran a 3,96 pesos. Al comprar los contratos pacta que el valor de éstos dentro de 12 meses va a subir a 3,96 pesos. Mientras tanto, el dólar hoy en las casas de cambio está a 3,47. La diferencia entre ambas cotizaciones, más la comisión que le pague al agente, serán el costo que deberá asumir para proteger su plazo fijo de una devaluación. Haciendo las cuentas, ese costo estará en torno del 18%. Restando esa cifra al 22% que le pagan por el plazo fijo, se obtiene una renta en dólares del 4%, el doble de lo que le pagarían por un depósito en moneda extranjera.